Versículos de la Biblia sobre 'Mi pastor'
- Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas.
- El Señor es mi pastor, nada me falta;
en verdes pastos me hace descansar.
Junto a tranquilas aguas me conduce. - El Dios de paz levantó de entre los muertos al gran Pastor de las ovejas, a nuestro Señor Jesús, por la sangre del pacto eterno. Que él los capacite en todo lo bueno para hacer su voluntad. Y que, por medio de Jesucristo, Dios cumpla en nosotros lo que le agrada. A él sea la gloria por siempre jamás. Amén.
- Solo él es mi roca y mi salvación;
él es mi refugio,
¡no caeré! - El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.
- Solo él es mi roca y mi salvación;
él es mi refugio,
¡jamás caeré! - Dios es mi salvación y mi gloria;
es la roca que me fortalece;
mi refugio está en Dios. - Podrán desfallecer mi cuerpo y mi corazón,
pero Dios es la roca de mi corazón;
él es mi herencia eterna. - Clamé a él con mi boca;
lo alabé con mi lengua. - Tú eres mi escondite y mi escudo;
en tu palabra he puesto mi esperanza. - ¡Cuánto te amo, Señor, fuerza mía!
El Señor es mi roca, mi amparo, mi libertador;
es mi Dios, la roca en que me refugio.
Es mi escudo, el poder que me salva,
¡mi más alto escondite! - El Señor es mi fuerza y mi escudo;
mi corazón en él confía;
de él recibo ayuda.
Mi corazón salta de alegría,
y con cánticos le daré gracias. - Solo en Dios halla descanso mi alma;
de él viene mi salvación. - En mi angustia invoqué al Señor;
clamé a mi Dios por ayuda.
Él me escuchó desde su Templo;
¡mi clamor llegó a sus oídos! - Me digo a mí mismo:
«El Señor es mi herencia.
¡En él esperaré!». - El Señor es mi luz y mi salvación;
¿a quién temeré?
El Señor es el baluarte de mi vida;
¿quién me asustará? - Pero tú, Señor, eres el escudo que me protege;
tú eres mi gloria;
tú mantienes en alto mi cabeza. - Guíame, pues eres mi roca y mi fortaleza,
dirígeme por amor a tu nombre. - Solo en Dios halla descanso mi alma;
de él viene mi esperanza. - Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio
y renueva un espíritu firme dentro de mí. - Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para sus almas. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana.
- ¡Cantaré al Señor toda mi vida!
¡Cantaré salmos a mi Dios mientras exista! - A ti, Señor, elevo mi clamor desde lo más profundo de mi ser.
Escucha, Señor, mi voz.
Estén atentos tus oídos
a mi voz suplicante. - Pero yo he puesto mi esperanza en el Señor;
yo espero en el Dios de mi salvación.
¡Mi Dios me escuchará! - Y el que no toma su cruz y me sigue no es digno de mí.
- Cuando en mí la angustia iba en aumento,
tu consuelo llenaba mi alma de alegría. - Pero te confesé mi pecado
y no te oculté mi maldad.
Me dije: «Voy a confesar mis transgresiones al Señor».
Y tú perdonaste la culpa de mi pecado. Selah - Yo amo al Señor
porque él escucha mi voz de súplica.
Por cuanto él inclina a mí su oído,
lo invocaré toda mi vida. - Aun cuando un ejército me asedie,
no temerá mi corazón;
aun cuando una guerra estalle contra mí,
yo mantendré la confianza. - Oh Dios, tú eres mi Dios;
yo te busco intensamente.
Mi alma tiene sed de ti;
todo mi ser te anhela,
cual tierra seca, sedienta y sin agua. - He colocado mi arcoíris en las nubes, el cual servirá como señal de mi pacto con la tierra.
- Tú, Señor, mantienes mi lámpara encendida;
tú, Dios mío, iluminas mis tinieblas. - Sean, pues, aceptables ante ti
mis palabras y mis meditaciones
oh Señor, mi roca y mi redentor. - Ten piedad de mí, oh Dios,
conforme a tu gran amor;
conforme a tu misericordia,
borra mis transgresiones.
Lávame de toda mi maldad
y límpiame de mi pecado. - Tus mandatos son mi herencia permanente;
son la alegría de mi corazón. - Encamíname en tu verdad.
Y enséñame,
porque tú eres mi Dios y mi salvación.
¡En ti pongo mi esperanza todo el día! - Así es también la palabra que sale de mi boca:
No volverá a mí vacía,
sino que hará lo que yo deseo
y cumplirá con mis propósitos. - Te exaltaré, mi Dios y rey;
por siempre bendeciré tu nombre. - Siempre tengo presente al Señor;
con él a mi derecha, nada me hará caer. - Les aseguro que el que recibe al que yo envío, me recibe a mí y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.
- ¿Por qué estás tan abatida, alma mía?
¿Por qué estás angustiada?
En Dios pondré mi esperanza
y lo seguiré alabando.
¡Él es mi salvación y mi Dios! - Si ahora ustedes me son del todo obedientes y cumplen mi pacto, serán mi propiedad exclusiva entre todas las naciones. Aunque toda la tierra me pertenece.
- Yo le he dicho al Señor: «Mi Señor eres tú.
Fuera de ti, no poseo bien alguno». - Señor, escucha mi oración,
atiende a mi clamor;
no te desentiendas de mi llanto.
Ante ti soy un extranjero,
alguien que está de paso, como todos mis antepasados. - Yo soy el pan de vida —declaró Jesús—. El que a mí viene nunca pasará hambre y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed.
- Escucha, Señor, mi oración;
atiende a mi súplica.
Por tu fidelidad y tu justicia,
respóndeme. - Le contestó Jesús: —El que me ama obedecerá mi palabra y mi Padre lo amará; vendremos a él y haremos nuestra morada en él.
- El que recibe en mi nombre a este niño —dijo—, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. Porque el que es más pequeño entre todos ustedes, ese es el más importante.
- A las montañas levanto mis ojos;
¿de dónde ha de venir mi ayuda?
Mi ayuda proviene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra. - Mientras guardé silencio,
mis huesos se fueron consumiendo
por mi gemir de todo el día.
Versículo de la Biblia del día
Solo en Dios halla descanso mi alma;de él viene mi salvación.
Versículo de la Biblia al Azar
¡Que todo lo que respira alabe al Señor!¡Aleluya!Siguiente versículo!Con imagen