Versículos de la Biblia sobre 'Según'
- Porque, si uno lo hace de buena voluntad, lo que da es bien recibido según lo que tiene y no según lo que no tiene.
- Los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.
- Nada hay tan engañoso como el corazón.
No tiene remedio.
¿Quién puede comprenderlo?
«Yo, el Señor, sondeo el corazón
y examino los pensamientos,
para darle a cada uno según sus acciones
y según el fruto de sus obras». - ¡Miren que vengo pronto! Traigo conmigo mi recompensa y le pagaré a cada uno según lo que haya hecho.
- Porque Dios «pagará a cada uno según lo que merezcan sus obras».
- Pues aunque vivimos en el mundo, no libramos batallas como lo hace el mundo.
- Que tu gran amor, Señor, nos acompañe,
tal como lo esperamos de ti. - Que tú, Señor, eres todo amor;
que tú pagarás a cada uno
según lo que merezcan sus obras. - El Señor no tarda en cumplir su promesa, según entienden algunos la tardanza. Más bien, él tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se arrepientan.
- Porque ante todo les transmití a ustedes lo que yo mismo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras, que fue sepultado, que resucitó al tercer día según las Escrituras.
- Vi también a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono. Se abrieron unos libros y luego otro que es el libro de la vida. Los muertos fueron juzgados según lo que habían hecho, conforme a lo que estaba escrito en los libros. El mar devolvió sus muertos, la muerte y sus dominios devolvieron los suyos; entonces cada uno fue juzgado según lo que había hecho.
- Que nadie se engañe. Si alguno de ustedes se cree sabio según las normas de esta época, hágase ignorante para así llegar a ser sabio.
- Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino críenlos según la disciplina e instrucción del Señor.
- Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre con sus ángeles y entonces recompensará a cada persona según lo que haya hecho.
- En él tenemos la redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados, conforme a las riquezas de su gracia.
- De hecho, la Ley exige que casi todo sea purificado con sangre, pues sin derramamiento de sangre no hay perdón.
- Aparecieron entonces unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos. Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse.
- Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a todos y en especial a los de la familia de la fe.
- Ellos decían: «En los últimos tiempos habrá burladores que vivirán según sus propias pasiones impías». Estos son los que causan divisiones y se dejan llevar por sus propios instintos, pues no tienen el Espíritu.
- Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestras propias obras, sino por su propia determinación y gracia. Nos concedió este favor en Cristo Jesús antes del comienzo del tiempo.
- Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría.
- Por la gracia que se me ha dado, digo a todos ustedes: Nadie tenga un concepto de sí más alto que el que debe tener, sino más bien piense de sí mismo con moderación, según la medida de fe que Dios le haya dado.
- Si se conducen según mis estatutos y obedecen fielmente mis mandamientos, yo enviaré lluvia a su tiempo, y la tierra y los árboles del campo darán sus frutos.
- Que el Dios que infunde aliento y perseverancia les conceda vivir juntos en armonía, conforme al ejemplo de Cristo Jesús.
- ¡Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, para que tengamos una esperanza viva.
- Acuérdate, Señor, de tu misericordia y gran amor,
que siempre me has mostrado.
Olvida los pecados y las transgresiones
que cometí en mi juventud.
Acuérdate de mí según tu gran amor,
porque tú, Señor, eres bueno. - La tristeza que proviene de Dios produce el arrepentimiento que lleva a la salvación, de la cual no hay que arrepentirse, mientras que la tristeza del mundo produce la muerte.
- Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado.
- Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros, ¡a él sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos! Amén.
- En cuanto a ustedes, la unción que de él recibieron permanece en ustedes y no necesitan que nadie les enseñe. Esa unción es verdadera —no es falsa— y les enseña todas las cosas. Permanezcan en él tal y como él les enseñó.
- Hay quien considera que un día tiene más importancia que otro, pero hay quien considera iguales todos los días. Cada uno debe estar firme en sus propias opiniones.
- Tengamos en cuenta que la Ley no se ha instituido para los justos, sino para los malvados y rebeldes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos. La Ley es para los que matan a sus propios padres, para los asesinos, para los inmorales y los que practican la homosexualidad, para los traficantes de esclavos, los mentirosos y los que juran con falsedad. En fin, la Ley es para todo lo que está en contra de la sana doctrina enseñada por el glorioso evangelio que el Dios bendito me ha confiado.
- Pero si el malvado se arrepiente de todos los pecados que ha cometido, obedece todos mis estatutos y practica el derecho y la justicia, no morirá.
- Eviten toda conversación obscena. Por el contrario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan.