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Versículos de la Biblia sobre 'Tras'

  • He aquí, viene con las nubes y todo ojo le verá, aun los que le traspasaron; y todas las tribus de la tierra harán lamentación por Él; sí. Amén.
  • Y he visto que todo trabajo y toda obra hábil que se hace, es el resultado de la rivalidad entre el hombre y su prójimo. También esto es vanidad y correr tras el viento.
  • El Señor protege a los extranjeros,
    sostiene al huérfano y a la viuda,
    pero trastorna el camino de los impíos.
  • Porque Él nos libró del dominio de las tinieblas y nos trasladó al reino de su Hijo amado, en quien tenemos redención: el perdón de los pecados.
  • Y si tuviera el don de profecía, y entendiera todos los misterios y todo conocimiento, y si tuviera toda la fe como para trasladar montañas, pero no tengo amor, nada soy.
  • Quienes os decían: En los últimos tiempos habrá burladores que irán tras sus propias pasiones impías. Estos son los que causan divisiones; individuos mundanos que no tienen el Espíritu.
  • Y os servirá el fleco, para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos del Señor, a fin de que los cumpláis y no sigáis vuestro corazón ni vuestros ojos, tras los cuales os habéis prostituido.
  • Día tras día continuaban unánimes en el templo y partiendo el pan en los hogares, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios y hallando favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día al número de ellos los que iban siendo salvos.
  • El que sigue la justicia y la lealtad
    halla vida, justicia y honor.
  • Yo a la verdad os bautizo con agua para arrepentimiento, pero el que viene detrás de mí es más poderoso que yo, a quien no soy digno de quitarle las sandalias; Él os bautizará con el Espíritu Santo y con fuego.
  • Bendito sea el Señor, que cada día lleva nuestra carga,
    el Dios que es nuestra salvación. (Selah)
  • Y todos los días, en el templo y de casa en casa, no cesaban de enseñar y predicar a Jesús como el Cristo.
  • Por tanto no desfallecemos, antes bien, aunque nuestro hombre exterior va decayendo, sin embargo nuestro hombre interior se renueva de día en día.
  • Mas Él fue herido por nuestras transgresiones,
    molido por nuestras iniquidades.
    El castigo, por nuestra paz, cayó sobre Él,
    y por sus heridas hemos sido sanados.
  • Con el benigno te muestras benigno,
    con el íntegro te muestras íntegro.
  • Y Él les dijo: Por vuestra poca fe; porque en verdad os digo que si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: «Pásate de aquí allá», y se pasará; y nada os será imposible.
  • Al Señor cantaré mientras yo viva;
    cantaré alabanzas a mi Dios mientras yo exista.
  • Reconoce, pues, que el Señor tu Dios es Dios, el Dios fiel, que guarda su pacto y su misericordia hasta mil generaciones con aquellos que le aman y guardan sus mandamientos.
  • Porque la raíz de todos los males es el amor al dinero, por el cual, codiciándolo algunos, se extraviaron de la fe y se torturaron con muchos dolores.
  • Todas vuestras cosas sean hechas con amor.
  • Todo el día codicia,
    mientras el justo da y nada retiene.
  • El Señor peleará por vosotros mientras vosotros os quedáis callados.
  • Y sea la gracia del Señor nuestro Dios sobre nosotros.
    Confirma, pues, sobre nosotros la obra de nuestras manos;
    sí, la obra de nuestras manos confirma.
  • Porque mientras aún éramos débiles, a su tiempo Cristo murió por los impíos.
  • Buscad al Señor mientras puede ser hallado,
    llamadle en tanto que está cerca.
  • Mientras callé mi pecado, mi cuerpo se consumió
    con mi gemir durante todo el día.
  • Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores.
  • Pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras transgresiones.
  • Como está de lejos el oriente del occidente,
    así alejó de nosotros nuestras transgresiones.
  • Lavaos, limpiaos,
    quitad la maldad de vuestras obras de delante de mis ojos;
    cesad de hacer el mal.
  • Y mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
  • Llenas de gracia son las palabras de la boca del sabio,
    mientras que los labios del necio a él consumen.
  • Arrepentíos y apartaos de todas vuestras transgresiones, para que la iniquidad no os sea piedra de tropiezo.
  • Y vosotros, maridos, igualmente, convivid de manera comprensiva con vuestras mujeres, como con un vaso más frágil, puesto que es mujer, dándole honor como a coheredera de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no sean estorbadas.
  • Después de haber dicho estas cosas, fue elevado mientras ellos miraban, y una nube le recibió y le ocultó de sus ojos.
  • Amo al Señor, porque oye
    mi voz y mis súplicas.
    Porque a mí ha inclinado su oído;
    por tanto le invocaré mientras yo viva.
  • Porque sé que esto resultará en mi liberación mediante vuestras oraciones y la suministración del Espíritu de Jesucristo.
  • En esto conocemos el amor: en que Él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos.
  • Mientras comían, Jesús tomó pan, y habiéndolo bendecido, lo partió, y dándoselo a los discípulos, dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo.
  • Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.
  • Porque tu misericordia es mejor que la vida,
    mis labios te alabarán.
    Así te bendeciré mientras viva,
    en tu nombre alzaré mis manos.
  • Volverá a compadecerse de nosotros,
    hollará nuestras iniquidades.
    Sí, arrojarás a las profundidades del mar
    todos nuestros pecados.
  • Mientras ministraban al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado.
  • Acercaos a Dios, y Él se acercará a vosotros. Limpiad vuestras manos, pecadores; y vosotros de doble ánimo, purificad vuestros corazones.
  • Mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres y no seáis ásperos con ellas.
  • Ciertamente Él llevó nuestras enfermedades,
    y cargó con nuestros dolores;
    con todo, nosotros le tuvimos por azotado,
    por herido de Dios y afligido.
  • El Señor estará con vosotros mientras vosotros estéis con Él. Y si le buscáis, se dejará encontrar por vosotros; pero si le abandonáis, os abandonará.
  • Por lo cual, desechando toda inmundicia y todo resto de malicia, recibid con humildad la palabra implantada, que es poderosa para salvar vuestras almas.
  • Y cuando estéis orando, perdonad si tenéis algo contra alguien, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone vuestras transgresiones.
  • Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido tentado en todo como nosotros, pero sin pecado.