- El hijo sabio es la alegría de su padre;
el hijo necio es el pesar de su madre. - Las riquezas mal habidas no sirven de nada,
pero la justicia libra de la muerte. - El justo se ve coronado de bendiciones,
pero la boca del malvado encubre violencia. - La memoria de los justos es una bendición,
pero la fama de los malvados será pasto de los gusanos. - El de sabio corazón acata las órdenes,
pero el necio y rezongón va camino al desastre. - Quien se conduce con integridad anda seguro;
quien anda en malos pasos será descubierto. - El odio es motivo de disensiones,
pero el amor cubre todas las faltas. - El que atiende a la corrección va camino a la vida;
el que la rechaza se pierde. - El de labios mentirosos disimula su odio,
y el que propaga calumnias es un necio. - El que mucho habla, mucho yerra;
el que es sabio refrena su lengua. - Plata refinada es la lengua del justo;
el corazón del malvado no vale nada. - La bendición del Señor trae riquezas,
y nada se gana con preocuparse. - El futuro de los justos es halagüeño;
la esperanza de los malvados se desvanece. - El camino del Señor es refugio de los justos
y ruina de los malhechores. - Los labios del justo destilan bondad;
de la boca del malvado brota perversidad.