- ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Que muestre por su buena conducta sus obras en mansedumbre de sabiduría.
 - Encomienda al Señor tu camino,
confía en Él, que Él actuará;
hará resplandecer tu justicia como la luz,
y tu derecho como el mediodía. - El que adquiere cordura ama su alma;
el que guarda la prudencia hallará el bien. - Por tanto, no os preocupéis por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará de sí mismo. Bástele a cada día sus propios problemas.
 - Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.
 - No permitas que nadie menosprecie tu juventud; antes, sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, fe y pureza.
 - Haced todas las cosas sin murmuraciones ni discusiones, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin tacha en medio de una generación torcida y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo, sosteniendo firmemente la palabra de vida.
 - Este es el día que el Señor ha hecho;
regocijémonos y alegrémonos en él. - El que ha hallado su vida, la perderá; y el que ha perdido su vida por mi causa, la hallará.
 - He aquí, Dios es el que me ayuda;
el Señor es el que sostiene mi alma. - Porque sabemos que si la tienda terrenal que es nuestra morada, es destruida, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha por manos, eterna en los cielos.
 - Más engañoso que todo, es el corazón,
y sin remedio;
¿quién lo comprenderá?
Yo, el Señor, escudriño el corazón,
pruebo los pensamientos,
para dar a cada uno según sus caminos,
según el fruto de sus obras. - Él ha hecho todo apropiado a su tiempo. También ha puesto la eternidad en sus corazones; sin embargo, el hombre no descubre la obra que Dios ha hecho desde el principio hasta el fin.
 - Hijo mío, no te olvides de mi enseñanza,
y tu corazón guarde mis mandamientos,
porque largura de días y años de vida
y paz te añadirán. - Todas las cosas me son lícitas, pero no todas son de provecho. Todas las cosas me son lícitas, pero yo no me dejaré dominar por ninguna.
 - En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros: en que Dios ha enviado a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de Él.
 - Pues para mí, el vivir es Cristo y el morir es ganancia.
 - Fíjate en el sendero de tus pies,
y todos tus caminos serán establecidos. - Porque tu misericordia es mejor que la vida,
mis labios te alabarán.
Así te bendeciré mientras viva,
en tu nombre alzaré mis manos. - Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que ha sido aprobado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que le aman.
 - Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.
 - Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.
 - La esperanza que se demora enferma el corazón,
pero el deseo cumplido es árbol de vida. - Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad situada sobre un monte no se puede ocultar.
 - Por eso os digo, no os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis o qué beberéis; ni por vuestro cuerpo, qué vestiréis. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que la ropa?
 
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