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Versículos de la Biblia sobre 'Caminos'

  • Señor, hazme conocer tus caminos;
    y enséñame tus sendas.
  • Dichosos todos los que temen al Señor,
    los que van por sus caminos.
  • Endereza las sendas por donde andas;
    allana todos tus caminos.
  • «Porque mis pensamientos no son los de ustedes
    ni sus caminos son los míos»,
    afirma el Señor.
  • El Señor es justo en todos sus caminos
    y bondadoso en todas sus obras.
  • Cumple los mandamientos del Señor tu Dios; témelo y sigue sus caminos.
  • Mis caminos y mis pensamientos
    son más altos que los de ustedes;
    ¡más altos que los cielos sobre la tierra!
  • Quien se conduce con integridad anda seguro;
    quien anda en caminos perversos será descubierto.
  • ¡Qué profundo es el conocimiento,
    la riqueza y la sabiduría de Dios!
    ¡Qué indescifrables sus juicios
    e impenetrables sus caminos!
  • Dichosos los que van por caminos intachables,
    los que andan conforme a la Ley del Señor.
  • Él es la Roca, sus obras son perfectas,
    y todos sus caminos son justos.
    Dios es fiel; no practica la injusticia.
    Él es recto y justo.
  • Confía en el Señor de todo corazón
    y no te apoyes en tu propia inteligencia.
    Reconócelo en todos tus caminos
    y él enderezará tus sendas.
  • No envidies a los violentos
    ni optes por andar en sus caminos.
    Porque el Señor aborrece al perverso,
    pero al íntegro le brinda su amistad.
  • ¿Quién es sabio?, el que entiende estas cosas;
    ¿quién tiene discernimiento?, el que las comprende.
    Ciertamente son rectos los caminos del Señor:
    en ellos caminan los justos,
    mientras que allí tropiezan los rebeldes.
  • Así dice el Señor:
    «Deténganse en los caminos y miren;
    pregunten por los senderos antiguos.
    Pregunten por el buen camino,
    ¡y sigan por él!
    Así hallarán el descanso anhelado.
    Pero ellos dijeron:
    “¡No lo seguiremos!”.»
  • Él, en cambio, conoce mis caminos;
    si me pusiera a prueba, saldría yo puro como el oro.
    En sus sendas he afirmado mis pies;
    he seguido su camino sin desviarme.
  • Cumple las órdenes del Señor tu Dios; sigue sus caminos y cumple sus estatutos, mandamientos, ordenanzas y mandatos, los cuales están escritos en la Ley de Moisés. Así prosperarás en todo lo que hagas y por dondequiera que vayas.
  • “No sean como sus antepasados,
    a quienes les proclamaron
    los antiguos profetas
    que así dice el Señor de los Ejércitos:
    ‘Vuélvanse de sus malos caminos
    y de sus malas prácticas’.
    Porque ellos no me obedecieron
    ni me prestaron atención”,
    afirma el Señor.
  • Hoy te ordeno que ames al Señor tu Dios, que andes en sus caminos y que cumplas sus mandamientos, estatutos y leyes. Así vivirás y te multiplicarás, y el Señor tu Dios te bendecirá en la tierra a la cual vas a entrar para tomar posesión de ella.
  • Examinemos y pongamos a prueba nuestras conductas
    y volvamos al Señor.
  • Y ahora, Israel, ¿qué te pide el Señor tu Dios? Simplemente que le temas y andes en todos sus caminos, que lo ames y le sirvas con todo tu corazón y con toda tu alma, y que cumplas los mandamientos y los estatutos que hoy el Señor te manda cumplir, para que te vaya bien.
  • El que cumple el mandamiento cumple consigo mismo;
    el que descuida su conducta morirá.
  • ¿Acaso creen que me complace la muerte del malvado? ¿No quiero más bien que abandone su mala conducta y que viva? Yo, el Señor y Dios, lo afirmo.
  • Por eso yo, Nabucodonosor, alabo, exalto y glorifico al Rey del cielo, porque siempre procede con rectitud y justicia; además, es capaz de humillar a los soberbios.
  • Si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra.
  • Y esfuércense por cumplir fielmente el mandamiento y la ley que ordenó Moisés, siervo del Señor: Amen al Señor su Dios, condúzcanse de acuerdo con su voluntad, obedezcan sus mandamientos, manténganse unidos firmemente a él y sírvanle de todo corazón y con todo su ser.
  • Si realmente corrigen su conducta y sus acciones, si realmente practican la justicia los unos con los otros, si no oprimen al extranjero ni al huérfano ni a la viuda, si no derraman sangre inocente en este lugar ni siguen a otros dioses para su propio mal, entonces los dejaré vivir en este lugar, en la tierra que di a sus antepasados para siempre.
  • «Si dejas de profanar el sábado
    y no haces lo que deseas en mi día santo;
    si llamas al sábado “delicia”
    y al día santo del Señor, “honorable”;
    si te abstienes de profanarlo
    y lo honras no haciendo negocios
    ni profiriendo palabras inútiles,
    entonces hallarás tu gozo en el Señor;
    sobre las cumbres de la tierra te haré cabalgar
    y haré que te deleites en la herencia de tu padre Jacob».
    El Señor mismo lo ha dicho.
  • Nada hay tan engañoso como el corazón.
    No tiene remedio.
    ¿Quién puede comprenderlo?
    «Yo, el Señor, sondeo el corazón
    y examino los pensamientos,
    para darle a cada uno según sus acciones
    y según el fruto de sus obras».