- Guíame, pues eres mi roca y mi fortaleza,
dirígeme por amor a tu nombre. - Dichosos los que trabajan por la paz,
porque serán llamados hijos de Dios. - Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que son mis discípulos.
- Yo reprendo y disciplino a todos los que amo. Por lo tanto, sé fervoroso y arrepiéntete.
- Prueben y vean que el Señor es bueno;
dichosos los que en él se refugian. - Nunca dejen de ser diligentes; antes bien, sirvan al Señor con el fervor que da el Espíritu.
- Cuídense de los falsos profetas. Vienen a ustedes disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos feroces.
- Porque me has visto, has creído —le dijo Jesús—; dichosos los que no han visto y sin embargo creen.
- La gente chismosa revela los secretos;
la gente confiable es discreta. - Quien ama el dinero, de dinero no se sacia. Quien ama las riquezas nunca tiene suficiente. ¡También esto es absurdo!
- Dichoso el que halla sabiduría,
el que adquiere inteligencia. - Jesús se dirigió entonces a los judíos que habían creído en él, y les dijo: —Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.
- Este es mi pacto con ustedes: Nunca más serán exterminados los seres humanos por un diluvio; nunca más habrá un diluvio que destruya la tierra.
- ¿Crees que no puedo acudir a mi Padre, y al instante pondría a mi disposición más de doce batallones de ángeles?
- Dichosos más bien —contestó Jesús— los que oyen la palabra de Dios y la obedecen.
- No te desvíes ni a diestra ni a siniestra;
apártate de la maldad. - Les di de comer, y quedaron saciados,
y una vez satisfechos, se volvieron arrogantes
y se olvidaron de mí. - Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino críenlos según la disciplina e instrucción del Señor.
- Me di a conocer a los que no preguntaban por mí;
dejé que me hallaran los que no me buscaban.
A una nación que no invocaba mi nombre,
le dije: “¡Aquí estoy!” - En mi corazón atesoro tus dichos
para no pecar contra ti. - Sean ustedes santos, porque yo, el Señor, soy santo, y los he distinguido entre las demás naciones, para que sean míos.
- El temor del Señor es el principio del conocimiento;
los necios desprecian la sabiduría y la disciplina. - Dichosos los que van por caminos perfectos,
los que andan conforme a la ley del Señor. - El de labios mentirosos disimula su odio,
y el que propaga calumnias es un necio. - Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que escogió por su heredad.
Versículo de la Biblia del día
Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales.Versículo de la Biblia al Azar
¡Cuán bueno y cuán agradable esque los hermanos convivan en armonía!Siguiente versículo!Con imagen