Versículos de la Biblia sobre 'Ellos'
- Yo les he dado a conocer tu nombre y seguiré haciéndolo, para que el amor con que me has amado esté en ellos y yo mismo esté en ellos.
- Dichosos los de corazón limpio,
porque ellos verán a Dios. - Jamás me olvidaré de tus preceptos,
pues con ellos me has dado vida. - Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
- Oí una potente voz que provenía del trono y decía: «¡Aquí, entre los seres humanos, está el santuario de Dios! Él habitará en medio de ellos y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Él enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte ni llanto, tampoco lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir».
- ¡Dichosos si sufren por causa de la justicia! «No teman lo que ellos temen ni se dejen asustar».
- El día que yo actúe ellos serán mi propiedad exclusiva —dice el Señor de los Ejércitos—. Tendré compasión de ellos, como se compadece un hombre del hijo que le sirve.
- Habiendo dicho esto, mientras ellos lo miraban, fue llevado a las alturas hasta que una nube lo ocultó de su vista.
- Cuando comencé a hablarles, el Espíritu Santo descendió sobre ellos tal como al principio descendió sobre nosotros.
- Por la palabra del Señor fueron hechos los cielos
y por el soplo de su boca, todo lo que en ellos hay. - Después de hablar con ellos, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios.
- ¡Ojalá tuvieran un corazón inclinado a temerme y cumplir todos mis mandamientos para que a ellos y a sus hijos siempre les vaya bien!
- Así que en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes. De hecho, esto es la Ley y los Profetas.
- Por eso también puede salvar por completo a los que por medio de él se acercan a Dios, ya que vive siempre para interceder por ellos.
- Vale más pasar un día en tus atrios
que mil fuera de ellos;
prefiero cuidar la entrada de la casa de mi Dios
que habitar entre los malvados. - ¿Quién es sabio?, el que entiende estas cosas;
¿quién tiene discernimiento?, el que las comprende.
Ciertamente son rectos los caminos del Señor:
en ellos caminan los justos,
mientras que allí tropiezan los rebeldes. - Haré de ellos y los alrededores de mi colina una fuente de bendición. Haré caer lluvias de bendición en el tiempo oportuno.
- Y mientras estaban allí se le cumplió el tiempo. Así que dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada.
- Ruego, hermanos, que se cuiden de los que causan divisiones y dificultades, y van en contra de lo que a ustedes se les ha enseñado. Apártense de ellos.
- Los discípulos, al verlo caminar sobre el agua, creyeron que era un fantasma y se pusieron a gritar, llenos de miedo por lo que veían. Pero él habló enseguida con ellos y les dijo: «¡Cálmense! Soy yo. No tengan miedo».
- Después los llevó Jesús hasta Betania; allí alzó las manos y los bendijo. Sucedió que, mientras los bendecía, se alejó de ellos y fue llevado al cielo.
- Si se niega a hacerles caso a ellos, díselo a la iglesia; y si incluso a la iglesia no le hace caso, trátalo como si fuera un incrédulo o un cobrador de impuestos.
- Todos los deportistas se entrenan con mucha disciplina. Ellos lo hacen para obtener una corona que se echa a perder; nosotros, en cambio, por una que dura para siempre.
- Acuérdate de tu Creador
en los días de tu juventud,
antes de que lleguen los días malos
y vengan los años en que digas:
«No encuentro en ellos placer alguno». - Y al orar, no hablen solo por hablar como hacen los gentiles, porque ellos se imaginan que serán escuchados por sus muchas palabras.
- Al oír esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Cuando Pablo les impuso las manos, el Espíritu Santo vino sobre ellos y empezaron a hablar en lenguas y a profetizar.
- Jesús dijo: «Dejen que los niños vengan a mí; no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos».
- Yo fortaleceré a Judá
y salvaré a las tribus de José.
Yo los restauraré
porque tengo compasión de ellos.
Será como si nunca los hubiera rechazado,
porque yo soy el Señor su Dios,
y les responderé. - También tomó pan y, después de dar gracias, lo partió, se lo dio a ellos y dijo: —Esto es mi cuerpo, entregado por ustedes; hagan esto en memoria de mí.
- ¿No se venden cinco gorriones por dos moneditas? Sin embargo, Dios no se olvida de ninguno de ellos. De hecho, él les tiene contados aun los cabellos de su cabeza. No tengan miedo, ustedes valen más que muchos gorriones.
- Aparecieron entonces unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos. Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse.
- ¿No se venden dos gorriones por una monedita? Sin embargo, ni uno de ellos caerá a tierra sin que lo permita el Padre. Él les tiene contados aun los cabellos de la cabeza. Así que no tengan miedo, ustedes valen más que muchos gorriones.
- El amor de Cristo nos obliga, porque estamos convencidos de que uno murió por todos y por consiguiente todos murieron. Y él murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para el que murió por ellos y fue resucitado.
- Muchos serán purificados y perfeccionados, y quedarán limpios, pero los malvados seguirán en su maldad. Ninguno de ellos entenderá nada, pero los sabios lo entenderán todo.
- Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos —contestaron.
- Ellos se quedaron mirando fijamente al cielo mientras él se alejaba. De repente, se les acercaron dos hombres vestidos de blanco que les dijeron: —Galileos, ¿qué hacen aquí mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido llevado de entre ustedes al cielo, vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto irse.
- Pero el servicio sacerdotal que Jesús ha recibido es superior al de ellos, así como el pacto del cual es mediador es superior al antiguo, puesto que se basa en mejores promesas.
- Después tomó una copa, dio gracias y se la dio a ellos diciéndoles: —Beban de ella todos ustedes. Esto es mi sangre del pacto que es derramada por muchos para el perdón de pecados.
- Dichosos los pobres en espíritu,
porque el reino de los cielos les pertenece. - No explotes a las viudas ni a los huérfanos, porque, si tú y tu pueblo lo hacen y ellos me piden ayuda, yo te aseguro que atenderé a su clamor: arderá mi furor y los mataré a ustedes a filo de espada. Y sus mujeres se quedarán viudas y sus hijos, huérfanos.
- Dichosos y santos los que tienen parte en la primera resurrección. La segunda muerte no tiene poder sobre ellos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo y reinarán con él mil años.
- Acuérdate del día sábado para santificarlo. Trabaja seis días y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, pero el día séptimo será un día de reposo para honrar al Señor tu Dios. No hagas en ese día ningún trabajo, ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, ni tampoco los extranjeros que vivan en tus ciudades. Porque en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y descansó el séptimo día. Por eso el Señor bendijo y consagró el día de reposo.
- Así dice el Señor:
«Deténganse en los caminos y miren;
pregunten por los senderos antiguos.
Pregunten por el buen camino,
¡y sigan por él!
Así hallarán el descanso anhelado.
Pero ellos dijeron:
“¡No lo seguiremos!”.» - Ellos decían: «En los últimos tiempos habrá burladores que vivirán según sus propias pasiones impías». Estos son los que causan divisiones y se dejan llevar por sus propios instintos, pues no tienen el Espíritu.
- “No sean como sus antepasados,
a quienes les proclamaron
los antiguos profetas
que así dice el Señor de los Ejércitos:
‘Vuélvanse de sus malos caminos
y de sus malas prácticas’.
Porque ellos no me obedecieron
ni me prestaron atención”,
afirma el Señor. - Por eso, cuando des a los necesitados, no lo anuncies al son de trompeta, como lo hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para que la gente les rinda homenaje. Les aseguro que ellos ya han recibido toda su recompensa.
- Dichosos los que sufren,
porque serán consolados. - El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego los que estemos vivos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados junto con ellos en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. Y así estaremos con el Señor para siempre.
- Ahora, pues, permanecen la fe, la esperanza y el amor. Pero el amor es el más importante.
- Los que aman tu Ley disfrutan de gran paz
y nada los hace tropezar.