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Versículos de la Biblia sobre 'Gran'

  • Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor.
  • ¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor!
    Dichoso el que teme al Señor,
    el que halla gran deleite en sus mandamientos.
  • Que irradie tu faz sobre tu siervo;
    por tu gran amor, sálvame.
  • ¡Ah, Señor mi Dios! Tú, con tu gran fuerza y tu brazo poderoso, has hecho los cielos y la tierra. Para ti no hay nada imposible.
  • Que tu gran amor, Señor, nos acompañe,
    tal como lo esperamos de ti.
  • El padre del justo experimenta gran regocijo;
    quien tiene un hijo sabio se solaza en él.
  • El que es paciente muestra gran discernimiento;
    el que es agresivo muestra mucha insensatez.
  • Pero el Señor cuida de los que le temen,
    de los que esperan en su gran amor.
  • Los que aman tu ley disfrutan de gran bienestar,
    y nada los hace tropezar.
  • ¡Alaben al Señor porque él es bueno,
    y su gran amor perdura para siempre!
  • Gran remedio es el corazón alegre,
    pero el ánimo decaído seca los huesos.
  • Es cierto que con la verdadera religión se obtienen grandes ganancias, pero solo si uno está satisfecho con lo que tiene.
  • Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados!
  • Acuérdate, Señor, de tu ternura y gran amor,
    que siempre me has mostrado;
    olvida los pecados y transgresiones
    que cometí en mi juventud.
    Acuérdate de mí según tu gran amor,
    porque tú, Señor, eres bueno.
  • Más vale tener poco, con temor del Señor,
    que muchas riquezas con grandes angustias.
  • Pero yo les digo: No juren de ningún modo: ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey.
  • ¡Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo, para que tengamos una esperanza viva.
  • El Señor cumplirá en mí su propósito.
    Tu gran amor, Señor, perdura para siempre;
    ¡no abandones la obra de tus manos!
  • ¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos! El mundo no nos conoce, precisamente porque no lo conoció a él.
  • Pero el ángel les dijo: «No tengan miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo.»
  • Entonces Jesús exclamó con fuerza: —¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu! Y al decir esto, expiró.
  • Pero yo confío en tu gran amor;
    mi corazón se alegra en tu salvación.
    Canto salmos al Señor.
    ¡El Señor ha sido bueno conmigo!
  • En el último día, el más solemne de la fiesta, Jesús se puso de pie y exclamó: —¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba!
  • Por la mañana hazme saber de tu gran amor,
    porque en ti he puesto mi confianza.
    Señálame el camino que debo seguir,
    porque a ti elevo mi alma.
  • El gran amor del Señor nunca se acaba,
    y su compasión jamás se agota.
    Cada mañana se renuevan sus bondades;
    ¡muy grande es su fidelidad!
  • Ten compasión de mí, oh Dios,
    conforme a tu gran amor;
    conforme a tu inmensa bondad,
    borra mis transgresiones.
    Lávame de toda mi maldad
    y límpiame de mi pecado.
  • El Dios que da la paz levantó de entre los muertos al gran Pastor de las ovejas, a nuestro Señor Jesús, por la sangre del pacto eterno. Que él los capacite en todo lo bueno para hacer su voluntad. Y que, por medio de Jesucristo, Dios cumpla en nosotros lo que le agrada. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
  • Recuerda que fuiste esclavo en Egipto, y que el Señor tu Dios te sacó de allí con gran despliegue de fuerza y de poder. Por eso el Señor tu Dios te manda observar el día sábado.
  • A cambio de ti entregaré hombres;
    ¡a cambio de tu vida entregaré pueblos!
    Porque te amo y eres ante mis ojos
    precioso y digno de honra.
  • Me deleito mucho en el Señor;
    me regocijo en mi Dios.
    Porque él me vistió con ropas de salvación
    y me cubrió con el manto de la justicia.
    Soy semejante a un novio que luce su diadema,
    o una novia adornada con sus joyas.
  • Más vale tener poco con justicia
    que ganar mucho con injusticia.
  • Grande es el Señor, y digno de toda alabanza;
    su grandeza es insondable.
  • Oí una potente voz que provenía del trono y decía: «¡Aquí, entre los seres humanos, está la morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir».
  • El Todopoderoso no está a nuestro alcance;
    excelso es su poder.
    Grandes son su justicia y rectitud;
    ¡a nadie oprime!
  • Sin embargo, es tal tu compasión
    que no los destruiste ni abandonaste,
    porque eres Dios clemente y compasivo.
  • Daré a conocer la grandeza de mi santo nombre, el cual ha sido profanado entre las naciones, el mismo que ustedes han profanado entre ellas. Cuando dé a conocer mi santidad entre ustedes, las naciones sabrán que yo soy el Señor. Lo afirma el Señor omnipotente.
  • Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante.