Versículos de la Biblia sobre 'Justicia'
- El que va tras la justicia y el amor
halla vida, prosperidad y honra. - El fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad.
- Más vale tener poco con justicia
que ganar mucho con injusticia. - El Señor ama la justicia y el derecho;
llena está la tierra de su amor. - Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia,
porque serán saciados. - ¡Pero que fluya el derecho como las aguas,
y la justicia como arroyo inagotable! - Entonces comprenderás la justicia y el derecho,
la equidad y todo buen camino. - Practicar la justicia y el derecho
lo prefiere el Señor a los sacrificios. - De hecho, Cristo es el fin de la ley, para que todo el que cree reciba la justicia.
- En fin, el fruto de la justicia se siembra en paz para los que hacen la paz.
- En ti, Señor, busco refugio;
jamás permitas que me avergüencen;
en tu justicia, líbrame. - ¡Levanta la voz, y hazles justicia!
¡Defiende a los pobres y necesitados! - Las riquezas mal habidas no sirven de nada,
pero la justicia libra de la muerte. - Y, cuando él venga, convencerá al mundo de su error en cuanto al pecado, a la justicia y al juicio.
- Defiendan la causa del huérfano y del desvalido;
al pobre y al oprimido háganles justicia. - La justicia enaltece a una nación,
pero el pecado deshonra a todos los pueblos. - En el día de la ira de nada sirve ser rico,
pero la justicia libra de la muerte. - El malvado obtiene ganancias ilusorias;
el que siembra justicia asegura su ganancia. - Escucha, Señor, mi oración;
atiende a mi súplica.
Por tu fidelidad y tu justicia,
respóndeme. - Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.
- Dichosos los perseguidos por causa de la justicia,
porque el reino de los cielos les pertenece. - No desecho la gracia de Dios. Si la justicia se obtuviera mediante la ley, Cristo habría muerto en vano.
- Pero ahora, sin la mediación de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, de la que dan testimonio la ley y los profetas. Esta justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen. De hecho, no hay distinción.
- ¡Dichosos si sufren por causa de la justicia! «No teman lo que ellos temen, ni se dejen asustar».
- El Todopoderoso no está a nuestro alcance;
excelso es su poder.
Grandes son su justicia y rectitud;
¡a nadie oprime! - ¡Aprendan a hacer el bien!
¡Busquen la justicia y reprendan al opresor!
¡Aboguen por el huérfano y defiendan a la viuda! - Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como pecador, para que en él recibiéramos la justicia de Dios.
- Bien le va al que presta con generosidad,
y maneja sus negocios con justicia. - Tú, en cambio, hombre de Dios, huye de todo eso, y esmérate en seguir la justicia, la piedad, la fe, el amor, la constancia y la humildad.
- Encomienda al Señor tu camino;
confía en él, y él actuará.
Hará que tu justicia resplandezca como el alba;
tu justa causa, como el sol de mediodía. - De hecho, en el evangelio se revela la justicia que proviene de Dios, la cual es por fe de principio a fin, tal como está escrito: «El justo vivirá por la fe».
- No formen yunta con los incrédulos. ¿Qué tienen en común la justicia y la maldad? ¿O qué comunión puede tener la luz con la oscuridad?
- Huye de las malas pasiones de la juventud, y esmérate en seguir la justicia, la fe, el amor y la paz, junto con los que invocan al Señor con un corazón limpio.
- Si el malvado se arrepiente de todos los pecados que ha cometido, y obedece todos mis decretos y practica el derecho y la justicia, no morirá.
- ¡Ya se te ha declarado lo que es bueno!
Ya se te ha dicho lo que de ti espera el Señor:
Practicar la justicia,
amar la misericordia,
y humillarte ante tu Dios. - Pero para ustedes que temen mi nombre, se levantará el sol de justicia trayendo en sus rayos salud. Y ustedes saldrán saltando como becerros recién alimentados.
- El que le suple semilla al que siembra también le suplirá pan para que coma, aumentará los cultivos y hará que ustedes produzcan una abundante cosecha de justicia.
- Él mismo, en su cuerpo, llevó al madero nuestros pecados, para que muramos al pecado y vivamos para la justicia. Por sus heridas ustedes han sido sanados.
- Bueno y justo es el Señor;
por eso les muestra a los pecadores el camino.
Él dirige en la justicia a los humildes,
y les enseña su camino. - Él nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia, sino por su misericordia. Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo.
- Solo el de conducta intachable,
que practica la justicia
y de corazón dice la verdad;
que no calumnia con la lengua,
que no le hace mal a su prójimo
ni le acarrea desgracias a su vecino. - Todo mi ser te desea por las noches;
por la mañana mi espíritu te busca.
Pues, cuando tus juicios llegan a la tierra,
los habitantes del mundo aprenden lo que es justicia. - Busquen al Señor, todos los humildes de la tierra,
los que han puesto en práctica sus normas.
Busquen la justicia, busquen la humildad;
tal vez encontrarán refugio
en el día de la ira del Señor. - Ciertamente, ninguna disciplina, en el momento de recibirla, parece agradable, sino más bien penosa; sin embargo, después produce una cosecha de justicia y paz para quienes han sido entrenados por ella.
- Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo.
- Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra.
- Pedro tomó la palabra, y dijo: —Ahora comprendo que en realidad para Dios no hay favoritismos, sino que en toda nación él ve con agrado a los que le temen y actúan con justicia.
- Pero el amor del Señor es eterno
y siempre está con los que le temen;
su justicia está con los hijos de sus hijos,
con los que cumplen su pacto
y se acuerdan de sus preceptos
para ponerlos por obra. - Me deleito mucho en el Señor;
me regocijo en mi Dios.
Porque él me vistió con ropas de salvación
y me cubrió con el manto de la justicia.
Soy semejante a un novio que luce su diadema,
o una novia adornada con sus joyas. - No ofrezcan los miembros de su cuerpo al pecado como instrumentos de injusticia; al contrario, ofrézcanse más bien a Dios como quienes han vuelto de la muerte a la vida, presentando los miembros de su cuerpo como instrumentos de justicia.