Versículos de la Biblia sobre 'Palabra'
- Ustedes ya están limpios por la palabra que les he comunicado.
- Envió su palabra para sanarlos,
y así los rescató del sepulcro. - La palabra del Señor es justa;
fieles son todas sus obras. - Tu palabra es una lámpara a mis pies;
es una luz en mi sendero. - Tú eres mi escondite y mi escudo;
en tu palabra he puesto mi esperanza. - ¿Cómo puede el joven llevar una vida íntegra?
Viviendo conforme a tu palabra. - No me llega aún la palabra a la lengua
cuando tú, Señor, ya la sabes toda. - Espero al Señor, lo espero con toda el alma;
en su palabra he puesto mi esperanza. - La angustia abate el corazón del hombre,
pero una palabra amable lo alegra. - Dichosos más bien —contestó Jesús— los que oyen la palabra de Dios y la obedecen.
- El que atiende a la palabra prospera.
¡Dichoso el que confía en el Señor! - Queridos hijos, no amemos de palabra ni de labios para afuera, sino con hechos y de verdad.
- Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
- Toda palabra de Dios es digna de crédito;
Dios protege a los que en él buscan refugio. - Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo.
- Por la palabra del Señor fueron creados los cielos,
y por el soplo de su boca, las estrellas. - La hierba se seca y la flor se marchita,
pero la palabra de nuestro Dios
permanece para siempre. - Confío en Dios y alabo su palabra;
confío en Dios y no siento miedo.
¿Qué puede hacerme un simple mortal? - No se contenten solo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica.
- Le contestó Jesús: —El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra morada en él.
- El camino de Dios es perfecto;
la palabra del Señor es intachable.
Escudo es Dios a los que en él se refugian. - Jesús le respondió: —Escrito está: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.
- El camino de Dios es perfecto;
la palabra del Señor es intachable.
Escudo es Dios a los que en él se refugian. - Pero yo les digo que en el día del juicio todos tendrán que dar cuenta de toda palabra ociosa que hayan pronunciado.
- No añadan ni quiten palabra alguna a esto que yo les ordeno. Más bien, cumplan los mandamientos del Señor su Dios.
- Predica la Palabra; persiste en hacerlo, sea o no sea oportuno; corrige, reprende y anima con mucha paciencia, sin dejar de enseñar.
- Por su propia voluntad nos hizo nacer mediante la palabra de verdad, para que fuéramos como los primeros y mejores frutos de su creación.
- Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.
- Así es también la palabra que sale de mi boca:
No volverá a mí vacía,
sino que hará lo que yo deseo
y cumplirá con mis propósitos. - El que recibió la semilla que cayó entre espinos es el que oye la palabra, pero las preocupaciones de esta vida y el engaño de las riquezas la ahogan, de modo que esta no llega a dar fruto.
- Pues ustedes han nacido de nuevo, no de simiente perecedera, sino de simiente imperecedera, mediante la palabra de Dios que vive y permanece.
- Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad.
- Así que el ángel me dijo: «Esta es la palabra del Señor para Zorobabel: “No será por la fuerza ni por ningún poder, sino por mi Espíritu —dice el Señor Todopoderoso—.”»
- Deseen con ansias la leche pura de la palabra, como niños recién nacidos. Así, por medio de ella, crecerán en su salvación.
- Después de haber orado, tembló el lugar en que estaban reunidos; todos fueron llenos del Espíritu Santo, y proclamaban la palabra de Dios sin temor alguno.
- Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella para hacerla santa. Él la purificó, lavándola con agua mediante la palabra.
- Por esto, despójense de toda inmundicia y de la maldad que tanto abunda, para que puedan recibir con humildad la palabra sembrada en ustedes, la cual tiene poder para salvarles la vida.
- A cualquiera que pronuncie alguna palabra contra el Hijo del hombre se le perdonará, pero el que hable contra el Espíritu Santo no tendrá perdón ni en este mundo ni en el venidero.
- Que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza: instrúyanse y aconséjense unos a otros con toda sabiduría; canten salmos, himnos y canciones espirituales a Dios, con gratitud de corazón.
- Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón.
- Ahora, hermanos, quiero recordarles el evangelio que les prediqué, el mismo que recibieron y en el cual se mantienen firmes. Mediante este evangelio son salvos, si se aferran a la palabra que les prediqué. De otro modo, habrán creído en vano.
- El Hijo es el resplandor de la gloria de Dios, la fiel imagen de lo que él es, y el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la derecha de la Majestad en las alturas.
- Guía mis pasos conforme a tu promesa;
no dejes que me domine la iniquidad. - Háganlo todo sin quejas ni contiendas, para que sean intachables y puros, hijos de Dios sin culpa en medio de una generación torcida y depravada. En ella ustedes brillan como estrellas en el firmamento, manteniendo en alto la palabra de vida.
- Este mensaje es digno de crédito:
Si morimos con él,
también viviremos con él. - Pedro tomó la palabra, y dijo: —Ahora comprendo que en realidad para Dios no hay favoritismos, sino que en toda nación él ve con agrado a los que le temen y actúan con justicia.
- La suma de tus palabras es la verdad;
tus rectos juicios permanecen para siempre. - La respuesta amable calma el enojo,
pero la agresiva echa leña al fuego. - En efecto, toda la ley se resume en un solo mandamiento: «Ama a tu prójimo como a ti mismo».
- Es muy grato dar la respuesta adecuada,
y más grato aún cuando es oportuna.