- Dichosos todos los que temen al Señor,
los que van por sus caminos. - A ti, Señor, elevo mi clamor
desde las profundidades del abismo.
Escucha, Señor, mi voz.
Estén atentos tus oídos a mi voz suplicante. - Espero al Señor, lo espero con toda el alma;
en su palabra he puesto mi esperanza. - ¡Cuán bueno y cuán agradable es
que los hermanos convivan en armonía! - El Señor cumplirá en mí su propósito.
Tu gran amor, Señor, perdura para siempre;
¡no abandones la obra de tus manos! - Señor, tú me examinas,
tú me conoces.
Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto;
aun a la distancia me lees el pensamiento. - No me llega aún la palabra a la lengua
cuando tú, Señor, ya la sabes toda. - ¿A dónde podría alejarme de tu Espíritu?
¿A dónde podría huir de tu presencia?
Si subiera al cielo, allí estás tú;
si tendiera mi lecho en el fondo del abismo,
también estás allí. - Tú creaste mis entrañas;
me formaste en el vientre de mi madre.
¡Te alabo porque soy una creación admirable!
¡Tus obras son maravillosas,
y esto lo sé muy bien! - Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón;
ponme a prueba y sondea mis pensamientos.
Fíjate si voy por mal camino,
y guíame por el camino eterno. - Escucha, Señor, mi oración;
atiende a mi súplica.
Por tu fidelidad y tu justicia,
respóndeme. - Hacia ti extiendo las manos;
me haces falta, como el agua a la tierra seca. Selah - Por la mañana hazme saber de tu gran amor,
porque en ti he puesto mi confianza.
Señálame el camino que debo seguir,
porque a ti elevo mi alma. - Enséñame a hacer tu voluntad,
porque tú eres mi Dios.
Que tu buen Espíritu me guíe
por un terreno sin obstáculos. - Te exaltaré, mi Dios y rey;
por siempre bendeciré tu nombre. - Grande es el Señor, y digno de toda alabanza;
su grandeza es insondable. - El Señor es justo en todos sus caminos
y bondadoso en todas sus obras. - El Señor está cerca de quienes lo invocan,
de quienes lo invocan en verdad. - El Señor da vista a los ciegos,
el Señor sostiene a los agobiados,
el Señor ama a los justos. - El Señor protege al extranjero
y sostiene al huérfano y a la viuda,
pero frustra los planes de los impíos. - Restaura a los de corazón quebrantado
y cubre con vendas sus heridas. - Porque el Señor se complace en su pueblo;
a los humildes concede el honor de la victoria. - ¡Que todo lo que respira alabe al Señor! ¡Aleluya!
¡Alabado sea el Señor! - Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los malvados,
ni se detiene en la senda de los pecadores
ni cultiva la amistad de los blasfemos. - Pero tú, Señor, me rodeas cual escudo;
tú eres mi gloria;
¡tú mantienes en alto mi cabeza!
Versículo de la Biblia del día
Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu.Versículo de la Biblia al Azar
Porque el Señor da la sabiduría;conocimiento y ciencia brotan de sus labios.Siguiente versículo!Con imagen