- Hay caminos que al hombre le parecen rectos,
pero que acaban por ser caminos de muerte. - Porque el Señor es nuestro guía;
el Señor es nuestro gobernante.
El Señor es nuestro rey:
¡Él nos salvará! - Me deleito mucho en el Señor;
me regocijo en mi Dios.
Porque él me vistió con ropas de salvación
y me cubrió con el manto de la justicia.
Soy semejante a un novio que luce su diadema,
o una novia adornada con sus joyas. - Los labios del justo destilan bondad;
de la boca del malvado brota perversidad. - En ti, Señor, busco refugio;
jamás permitas que me avergüencen;
en tu justicia, líbrame. - Él mismo, en su cuerpo, llevó al madero nuestros pecados, para que muramos al pecado y vivamos para la justicia. Por sus heridas ustedes han sido sanados.
- Pero vayan y aprendan qué significa esto: “Lo que pido de ustedes es misericordia y no sacrificios”. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.
- «Todo me está permitido», pero no todo es para mi bien. «Todo me está permitido», pero no dejaré que nada me domine.
- Así dice el Señor Todopoderoso:
“Juzguen con verdadera justicia;
muestren amor y compasión
los unos por los otros.
No opriman a las viudas ni a los huérfanos,
ni a los extranjeros ni a los pobres.
No maquinen el mal en su corazón
los unos contra los otros”. - Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse.
- El Señor es justo en todos sus caminos
y bondadoso en todas sus obras. - Por eso el Señor los espera, para tenerles piedad;
por eso se levanta para mostrarles compasión.
Porque el Señor es un Dios de justicia.
¡Dichosos todos los que en él esperan! - No envidies a los violentos,
ni optes por andar en sus caminos.
Porque el Señor aborrece al perverso,
pero al íntegro le brinda su amistad. - El justo se ve coronado de bendiciones,
pero la boca del malvado encubre violencia. - Pedro tomó la palabra, y dijo: —Ahora comprendo que en realidad para Dios no hay favoritismos, sino que en toda nación él ve con agrado a los que le temen y actúan con justicia.
- Porque así como por la desobediencia de uno solo muchos fueron constituidos pecadores, también por la obediencia de uno solo muchos serán constituidos justos.
- En consecuencia, ya que hemos sido justificados mediante la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.
- Bueno y justo es el Señor;
por eso les muestra a los pecadores el camino.
Él dirige en la justicia a los humildes,
y les enseña su camino. - Dichosos los que van por caminos perfectos,
los que andan conforme a la ley del Señor. - Él reserva su ayuda para la gente íntegra
y protege a los de conducta intachable. - Defiendan la causa del huérfano y del desvalido;
al pobre y al oprimido háganles justicia. - Instruye al niño en el camino correcto,
y aun en su vejez no lo abandonará. - Escucha, Señor, mi oración;
atiende a mi súplica.
Por tu fidelidad y tu justicia,
respóndeme. - Pero para ustedes que temen mi nombre, se levantará el sol de justicia trayendo en sus rayos salud. Y ustedes saldrán saltando como becerros recién alimentados.
- Nosotros somos judíos de nacimiento y no “pecadores paganos”. Sin embargo, al reconocer que nadie es justificado por las obras que demanda la ley, sino por la fe en Jesucristo, también nosotros hemos puesto nuestra fe en Cristo Jesús, para ser justificados por la fe en él y no por las obras de la ley; porque por estas nadie será justificado.
