Versículos de la Biblia sobre 'Hab��a'
- Dios da un hogar a los desamparados
y libertad a los cautivos;
los rebeldes habitarán en el desierto. - Del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella,
el mundo y cuantos lo habitan. - Los pastores regresaron glorificando y alabando a Dios por lo que habían visto y oído, pues todo sucedió tal como se les había dicho.
- Las riquezas mal habidas no sirven de nada,
pero la justicia libra de la muerte. - La bondad y el amor me seguirán
todos los días de mi vida;
y en la casa del Señor
habitaré para siempre. - Al ver Dios lo que hicieron, es decir, que se habían convertido de su mal camino, cambió de parecer y no llevó a cabo la destrucción que les había anunciado.
- El dinero mal habido pronto se acaba;
quien ahorra, poco a poco se enriquece. - Habiendo dicho esto, mientras ellos lo miraban, fue llevado a las alturas hasta que una nube lo ocultó de su vista.
- Yo había convenido con mis ojos
no mirar con lujuria a ninguna mujer. - ¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?
- En los que fraguan el mal habita el engaño,
pero hay gozo para los que promueven la paz. - Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
- Todo mi ser te desea por las noches;
por la mañana mi espíritu te busca.
Pues, cuando tus juicios llegan a la tierra,
los habitantes del mundo aprenden lo que es justicia. - Él revela lo profundo y lo escondido,
y sabe lo que se oculta en las sombras.
¡En él habita la luz! - En ese momento entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; y vio y creyó. Hasta entonces no habían entendido la Escritura, que dice que Jesús tenía que resucitar.
- Exaltado por el poder de Dios, y habiendo recibido del Padre el Espíritu Santo prometido, ha derramado esto que ustedes ahora ven y oyen.
- Vale más pasar un día en tus atrios
que mil fuera de ellos;
prefiero cuidar la entrada de la casa de mi Dios
que habitar entre los impíos. - Porque si, cuando éramos enemigos de Dios, fuimos reconciliados con él mediante la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, habiendo sido reconciliados, seremos salvados por su vida!
- Una sola cosa le pido al Señor,
y es lo único que persigo:
habitar en la casa del Señor
todos los días de mi vida,
para contemplar la hermosura del Señor
y recrearme en su templo. - El que habita al abrigo del Altísimo
se acoge a la sombra del Todopoderoso.
Yo le digo al Señor: «Tú eres mi refugio,
mi fortaleza, el Dios en quien confío». - Toda la plenitud de la divinidad habita en forma corporal en Cristo; y en él, que es la cabeza de todo poder y autoridad, ustedes han recibido esa plenitud.
- Si alguien que posee bienes materiales ve que su hermano está pasando necesidad, y no tiene compasión de él, ¿cómo se puede decir que el amor de Dios habita en él?
- Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
- Vi también a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono. Se abrieron unos libros, y luego otro, que es el libro de la vida. Los muertos fueron juzgados según lo que habían hecho, conforme a lo que estaba escrito en los libros. El mar devolvió sus muertos; la muerte y el infierno devolvieron los suyos; y cada uno fue juzgado según lo que había hecho.
- Jesús se dirigió entonces a los judíos que habían creído en él, y les dijo: —Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.