- ¿Podrá el hombre hallar un escondite
donde yo no pueda encontrarlo?
—afirma el Señor—.
¿Acaso no soy yo el que llena los cielos y la tierra?
—afirma el Señor—. - No envíes a la guerra a ningún hombre recién casado, ni le impongas ningún otro deber. Tendrá libre todo un año para atender su casa y hacer feliz a la mujer que tomó por esposa.
- Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Y hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
- ¿Puede alguien caminar sobre las brasas
sin quemarse los pies? - Como respuesta el hombre citó: —“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser, con todas tus fuerzas y con toda tu mente”, y: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.
- Ahora vamos rumbo a Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado a los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la ley. Ellos lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen. Pero al tercer día resucitará.
- ¿De qué sirve ganar el mundo entero si se pierde la vida?
- Prueben y vean que el Señor es bueno;
dichosos los que en él se refugian. - Bien le va al que presta con generosidad,
y maneja sus negocios con justicia. - El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón produce el bien; pero el que es malo, de su maldad produce el mal, porque de lo que abunda en el corazón habla la boca.
- Temer a los hombres resulta una trampa,
pero el que confía en el Señor sale bien librado. - Como ciudad sin defensa y sin murallas
es quien no sabe dominarse. - Confío en Dios y alabo su palabra;
confío en Dios y no siento miedo.
¿Qué puede hacerme un simple mortal? - En efecto, ¿quién conoce los pensamientos del ser humano sino su propio espíritu que está en él? Así mismo, nadie conoce los pensamientos de Dios sino el Espíritu de Dios.
- El perverso provoca contiendas,
y el chismoso divide a los buenos amigos. - Con regalos se abren todas las puertas
y se llega a la presencia de gente importante. - A cada uno le parece correcto su proceder,
pero el Señor juzga los corazones. - Hay amigos que llevan a la ruina,
y hay amigos más fieles que un hermano. - No hay duda de que es grande el misterio de nuestra fe:
Él se manifestó como hombre;
fue vindicado por el Espíritu,
visto por los ángeles,
proclamado entre las naciones,
creído en el mundo,
recibido en la gloria. - El altivo será humillado,
pero el humilde será enaltecido. - Quien, siendo por naturaleza Dios,
no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse.
Por el contrario, se rebajó voluntariamente,
tomando la naturaleza de siervo
y haciéndose semejante a los seres humanos.
Y, al manifestarse como hombre,
se humilló a sí mismo
y se hizo obediente hasta la muerte,
¡y muerte de cruz! - Bendito el hombre que confía en el Señor
y pone su confianza en él.
Será como un árbol plantado junto al agua,
que extiende sus raíces hacia la corriente;
no teme que llegue el calor,
y sus hojas están siempre verdes.
En época de sequía no se angustia,
y nunca deja de dar fruto. - Soy yo mismo el que los consuela.
¿Quién eres tú, que temes a los hombres,
a simples mortales, que no son más que hierba? - Es muy grato dar la respuesta adecuada,
y más grato aún cuando es oportuna. - Con su riqueza el rico pone a salvo su vida,
pero al pobre no hay ni quien lo amenace.
Versículo de la Biblia del día
Mi vida entera está en tus manos;líbrame de mis enemigos y perseguidores.