Versículos de la Biblia sobre 'Intenciones del corazon'
- Sin duda, la palabra de Dios es viva, eficaz y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón.
- Hijo mío, si tu corazón es sabio,
también mi corazón se regocijará. - Plata refinada es la lengua del justo;
el corazón del malvado es de poco valor. - La angustia abate el corazón del hombre,
pero una palabra amable lo alegra. - Pido también que les sean iluminados los ojos del corazón para que sepan a qué esperanza él los ha llamado, cuál es la riqueza de su gloriosa herencia entre pueblo santo.
- El corazón del hombre traza su rumbo,
pero sus pasos los dirige el Señor. - Les daré un nuevo corazón y derramaré un espíritu nuevo entre ustedes; quitaré ese corazón de piedra que ahora tienen y les pondré un corazón de carne.
- Podrán desfallecer mi cuerpo y mi corazón,
pero Dios es la roca de mi corazón;
él es mi herencia eterna. - Muchos son los planes en el corazón de las personas,
pero al final prevalecen los designios del Señor. - Los preceptos del Señor son rectos:
traen alegría al corazón.
El mandamiento del Señor es claro:
da luz a los ojos. - Sana a los de corazón quebrantado
y venda sus heridas. - Dichosos los de corazón limpio,
porque ellos verán a Dios. - Cuídense, hermanos, de que ninguno de ustedes tenga un corazón pecaminoso e incrédulo que los haga apartarse del Dios vivo.
- En mi corazón atesoro tus dichos
para no pecar contra ti. - Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.
- El Señor es mi fuerza y mi escudo;
mi corazón en él confía;
de él recibo ayuda.
Mi corazón salta de alegría,
y con cánticos le daré gracias. - El agua refleja el rostro;
el corazón refleja la persona. - El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón produce el bien; pero el que es malo, de su maldad produce el mal, porque de lo que abunda en el corazón habla la boca.
- Cuando no se ejecuta rápidamente la sentencia de un delito, el corazón del pueblo se llena de razones para hacer lo malo.
- Te alabaré con un corazón recto,
cuando aprenda tus justas leyes. - Deléitate en el Señor
y él te concederá los deseos de tu corazón. - Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón.
- Quiero alabarte, Señor, con todo el corazón,
y contar todas tus maravillas. - Inclina mi corazón hacia tus mandatos
y no hacia las ganancias deshonestas. - Que la belleza de ustedes no sea la externa, que consiste en adornos tales como peinados ostentosos, joyas de oro y vestidos lujosos. Más bien, que la belleza de ustedes sea la incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu humilde y apacible. Esta sí que tiene mucho valor delante de Dios.
- Dichosos los que obedecen sus mandatos
y de todo corazón lo buscan. - Que te conceda lo que tu corazón desea;
que haga que se cumplan todos tus planes. - Por sobre todas las cosas cuida tu corazón,
porque de él mana la vida. - Tus mandatos son mi herencia permanente;
son la alegría de mi corazón. - Yo te busco con todo el corazón;
no dejes que me desvíe de tus mandamientos. - Luego añadió: —Lo que sale de la persona es lo que la contamina. Porque de adentro, del corazón humano, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los homicidios, los adulterios, la avaricia, la maldad, el engaño, el libertinaje, la envidia, la calumnia, la arrogancia y la necedad. Todos estos males vienen de adentro y contaminan a la persona.
- Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio
y renueva un espíritu firme dentro de mí. - Enséñanos a contar bien nuestros días,
para que nuestro corazón adquiera sabiduría. - El corazón alegre es un buen remedio,
pero el ánimo decaído seca los huesos. - La esperanza que se demora aflige al corazón;
el deseo cumplido es un árbol de vida. - «Ahora bien», afirma el Señor,
«vuélvanse a mí de todo corazón,
con ayuno, llantos y lamentos». - El sabio de corazón acata los mandamientos,
pero el de palabras tontas va camino al desastre. - Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo.
- “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente” —respondió Jesús—.
- Nada hay tan engañoso como el corazón.
No tiene remedio.
¿Quién puede comprenderlo?
«Yo, el Señor, sondeo el corazón
y examino los pensamientos,
para darle a cada uno según sus acciones
y según el fruto de sus obras». - Grábame como un sello sobre tu corazón;
llévame como una marca sobre tu brazo.
Fuerte es el amor, como la muerte;
el celo, inconmovible como el sepulcro.
Como llama divina
es el fuego ardiente del amor. - ¡Anda, come tu pan con gozo! ¡Bebe tu vino con corazón alegre, que Dios ya se ha agradado de tus obras!
- Instrúyeme, Señor, en tu camino
para conducirme con fidelidad.
Dame integridad de corazón
para temer tu nombre. - Estos flecos les ayudarán a recordar que deben cumplir con todos los mandamientos del Señor, y que no deben prostituirse ni dejarse llevar por los impulsos de su corazón ni por los deseos de sus ojos.
- Pero si desde allí buscan al Señor su Dios con todo su corazón y con toda su alma, lo encontrarán.
- Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.
- Aleja de tu corazón el enojo,
aparta de tu cuerpo la maldad,
porque juventud y vigor son pasajeros. - Reconoce en tu corazón que, así como un padre disciplina a su hijo, también el Señor tu Dios te disciplina a ti.
- El sacrificio que te agrada
es un espíritu quebrantado;
tú, oh Dios, no desprecias
al corazón quebrantado y arrepentido. - Aun cuando un ejército me asedie,
no temerá mi corazón;
aun cuando una guerra estalle contra mí,
yo mantendré la confianza.






