- Entren por la puerta estrecha. Porque es ancha la puerta y espacioso el camino que conduce a la destrucción, y muchos entran por ella. Pero estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a la vida, y son pocos los que la encuentran.
- El que va tras la justicia y el amor
halla vida, prosperidad y honra. - Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, perseveren en la oración.
- Todos los que han pecado sin conocer la ley también perecerán sin la ley; y todos los que han pecado conociendo la ley por la ley serán juzgados.
- Esfuércense por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz.
- Una vez más Jesús se dirigió a la gente, y les dijo: —Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
- Aleja de tu corazón el enojo, y echa fuera de tu ser la maldad, porque confiar en la juventud y en la flor de la vida es un absurdo.
- Engañoso es el encanto y pasajera la belleza;
la mujer que teme al Señor es digna de alabanza. - El que ama la disciplina ama el conocimiento,
pero el que la aborrece es un necio. - Pero ahora, sin la mediación de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, de la que dan testimonio la ley y los profetas. Esta justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen. De hecho, no hay distinción.
- El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley.
- Tuyos son, Señor,
la grandeza y el poder,
la gloria, la victoria y la majestad.
Tuyo es todo cuanto hay
en el cielo y en la tierra.
Tuyo también es el reino,
y tú estás por encima de todo. - Huye de las malas pasiones de la juventud, y esmérate en seguir la justicia, la fe, el amor y la paz, junto con los que invocan al Señor con un corazón limpio.
- El temor del Señor imparte sabiduría;
la humildad precede a la honra. - Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo.
- Dichosos más bien —contestó Jesús— los que oyen la palabra de Dios y la obedecen.
- La creación aguarda con ansiedad la revelación de los hijos de Dios.
- Si el Señor no edifica la casa,
en vano se esfuerzan los albañiles.
Si el Señor no cuida la ciudad,
en vano hacen guardia los vigilantes. - La tristeza que proviene de Dios produce el arrepentimiento que lleva a la salvación, de la cual no hay que arrepentirse, mientras que la tristeza del mundo produce la muerte.
- Que se aparte del mal y haga el bien;
que busque la paz y la siga. - El temor del Señor es el principio del conocimiento;
los necios desprecian la sabiduría y la disciplina. - Porque nada de lo que hay en el mundo —los malos deseos del cuerpo, la codicia de los ojos y la arrogancia de la vida— proviene del Padre, sino del mundo.
- El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida.
- Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí.
- Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe.
Versículo de la Biblia del día
Más vale adquirir sabiduría que oro;más vale adquirir inteligencia que plata.