Versículos de la Biblia sobre 'Vosotros'
- Ustedes quédense quietos, que el Señor presentará batalla por ustedes.
- No los voy a dejar huérfanos; volveré a ustedes.
- El Señor estará con ustedes, siempre y cuando ustedes estén con él. Si lo buscan, él dejará que ustedes lo hallen; pero si lo abandonan, él los abandonará.
- Examínense para ver si están en la fe; pruébense a sí mismos. ¿No se dan cuenta de que Cristo Jesús está en ustedes? ¡A menos que fracasen en la prueba!
- De este modo, por la voluntad de Dios, llegaré a ustedes con alegría y podré descansar entre ustedes por algún tiempo.
- Permanezca en ustedes lo que han oído desde el principio, y así ustedes permanecerán también en el Hijo y en el Padre.
- Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de los demás.
- Ustedes, queridos hijos, son de Dios y han vencido a esos falsos profetas, porque el que está en ustedes es más poderoso que el que está en el mundo.
- Ustedes ya están limpios por la palabra que les he comunicado.
- Acérquense a Dios y él se acercará a ustedes. ¡Pecadores, límpiense las manos! ¡Ustedes, los indecisos, purifiquen su corazón!
- Ustedes me llaman Maestro y Señor y dicen bien, porque lo soy.
- Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo y él huirá de ustedes.
- El Señor su Dios es misericordioso y compasivo. Si ustedes se vuelven a él, jamás los abandonará.
- La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús.
- Si el mundo los aborrece, tengan presente que antes que a ustedes me aborreció a mí.
- Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les concedan gracia y paz.
- Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes.
- Por tanto, sean perfectos como su Padre celestial es perfecto.
- Así que en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes. De hecho, esto es la Ley y los Profetas.
- Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos.
- Cobren ánimo y ármense de valor,
todos los que en el Señor esperan. - ¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?
- Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una montaña no puede esconderse.
- Voy a estar con ustedes un poco más de tiempo —afirmó Jesús—, y luego volveré al que me envió.
- Hermanos, siempre debemos dar gracias a Dios por ustedes, como es justo, porque su fe se acrecienta cada vez más y en cada uno de ustedes sigue abundando el amor hacia los otros.
- Y yo pediré al Padre y él les dará otro Consolador para que los acompañe siempre.
- Les he dicho esto para que tengan mi alegría y así su alegría sea completa.
- Me decidí más bien, estando entre ustedes, a no saber de cosa alguna, excepto de Jesucristo y de este crucificado.
- Sanen a los enfermos que encuentren allí y díganles: “El reino de Dios está cerca de ustedes”.
- Por eso el Señor los espera, para tenerles piedad;
por eso se levanta para mostrarles compasión.
Porque el Señor es un Dios de justicia.
¡Dichosos todos los que en él esperan! - Así el pecado no tendrá dominio sobre ustedes, porque ya no están bajo la Ley, sino bajo la gracia.
- No me escogieron ustedes a mí, sino que yo los escogí a ustedes y los comisioné para que vayan y den fruto, un fruto que perdure. Así el Padre les dará todo lo que pidan en mi nombre.
- ¡La paz sea con ustedes! —repitió Jesús—. Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes.
- Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y se les concederá.
- En efecto, nosotros somos colaboradores al servicio de Dios; y ustedes son el campo de cultivo de Dios, son el edificio de Dios.
- Por eso también ustedes deben estar preparados, porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen.
- Y si el Espíritu de aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el mismo que levantó a Cristo de entre los muertos también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que vive en ustedes.
- “Vuélvanse a mí,
y yo me volveré a ustedes”,
afirma el Señor de los Ejércitos. - Porque si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre celestial.
- Que el Señor de paz les conceda su paz siempre y en todas las circunstancias. El Señor sea con todos ustedes.
- Entre ustedes ni siquiera debe mencionarse la inmoralidad sexual ni ninguna clase de impureza o de avaricia, porque eso no es propio del pueblo santo de Dios.
- En todo caso, cada uno de ustedes ame también a su esposa como a sí mismo y que la esposa respete a su esposo.
- Jesucristo es “la piedra que desecharon ustedes los constructores y que ha llegado a ser la piedra angular”.
- ¡Respondan a mis reprensiones!
Yo les compartiré mis pensamientos
y les daré a conocer mis enseñanzas. - Y a ustedes, ¿quién les va a hacer daño si se esfuerzan por hacer el bien?
- Cuídense de los falsos profetas. Vienen a ustedes disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos feroces.
- Les daré un nuevo corazón y derramaré un espíritu nuevo entre ustedes; quitaré ese corazón de piedra que ahora tienen y les pondré un corazón de carne.
- ¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Que lo demuestre con su buena conducta, mediante obras hechas con la humildad que le da su sabiduría.
- Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino críenlos según la disciplina e instrucción del Señor.
- Cuando Dios resucitó a su siervo, lo envió primero a ustedes para darles la bendición de que cada uno se convierta de sus maldades.