Versículos de la Biblia sobre 'Bendición'
- Haré que ellas y los alrededores de mi colina sean una fuente de bendición. Haré caer lluvias de bendición en el tiempo oportuno.
- La bendición del Señor trae riquezas,
y nada se gana con preocuparse. - Tuya es, Señor, la salvación;
¡envía tu bendición sobre tu pueblo! Selah - No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición.
- De una misma boca salen bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
- Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en las regiones celestiales con toda bendición espiritual en Cristo.
- Traigan íntegro el diezmo para los fondos del templo, y así habrá alimento en mi casa. Pruébenme en esto —dice el Señor Todopoderoso—, y vean si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde.
- El Señor te bendiga y te guarde;
el Señor te mire con agrado
y te extienda su amor;
el Señor te muestre su favor
y te conceda la paz. - Bendito el hombre que confía en el Señor
y pone su confianza en él.
Será como un árbol plantado junto al agua,
que extiende sus raíces hacia la corriente;
no teme que llegue el calor,
y sus hojas están siempre verdes.
En época de sequía no se angustia,
y nunca deja de dar fruto. - Que te conceda lo que tu corazón desea;
que haga que se cumplan todos tus planes. - Pon en manos del Señor todas tus obras,
y tus proyectos se cumplirán. - Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.
- Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús.
- Adora al Señor tu Dios, y él bendecirá tu pan y tu agua. Yo apartaré de ustedes toda enfermedad.
- Prueben y vean que el Señor es bueno;
dichosos los que en él se refugian. - Hoy te ordeno que ames al Señor tu Dios, que andes en sus caminos, y que cumplas sus mandamientos, preceptos y leyes. Así vivirás y te multiplicarás, y el Señor tu Dios te bendecirá en la tierra de la que vas a tomar posesión.
- El Señor es mi pastor, nada me falta;
en verdes pastos me hace descansar.
Junto a tranquilas aguas me conduce. - El que atiende a la palabra prospera.
¡Dichoso el que confía en el Señor! - Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes, de manera que siempre, en toda circunstancia, tengan todo lo necesario, y toda buena obra abunde en ustedes.
- Bendigan a quienes los persigan; bendigan y no maldigan.
- Cuán grande es tu bondad,
que atesoras para los que te temen,
y que a la vista de la gente derramas
sobre los que en ti se refugian. - Que la gracia del Señor Jesucristo sea con su espíritu.
- Querido hermano, oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud, así como prosperas espiritualmente.
- Pero a ustedes que me escuchan les digo: Amen a sus enemigos, hagan bien a quienes los odian, bendigan a quienes los maldicen, oren por quienes los maltratan.
- En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas.
- Si realmente escuchas al Señor tu Dios, y cumples fielmente todos estos mandamientos que hoy te ordeno, el Señor tu Dios te pondrá por encima de todas las naciones de la tierra.
- La memoria de los justos es una bendición,
pero la fama de los malvados será pasto de los gusanos. - Que la gracia del Señor Jesucristo sea con su espíritu. Amén.
- El justo se ve coronado de bendiciones,
pero la boca del malvado encubre violencia. - Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia,
porque serán saciados. - Dichosos los que guardan sus estatutos
y de todo corazón lo buscan. - Que reciban misericordia, paz y amor en abundancia.
- Su señor le respondió: “¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! En lo poco has sido fiel; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!”
- Dichosos los que trabajan por la paz,
porque serán llamados hijos de Dios. - El que es bueno, de la bondad que atesora en el corazón produce el bien; pero el que es malo, de su maldad produce el mal, porque de lo que abunda en el corazón habla la boca.
- El Señor omnipotente es mi fuerza;
da a mis pies la ligereza de una gacela
y me hace caminar por las alturas. - Pero quien se fija atentamente en la ley perfecta que da libertad, y persevera en ella, no olvidando lo que ha oído, sino haciéndolo, recibirá bendición al practicarla.
- Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los malvados,
ni se detiene en la senda de los pecadores
ni cultiva la amistad de los blasfemos. - El Señor tu Dios te bendecirá, como lo ha prometido, y tú podrás darles prestado a muchas naciones, pero no tendrás que pedir prestado de ninguna. Dominarás a muchas naciones, pero ninguna te dominará a ti.
- Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos ustedes.
- Ustedes serán enriquecidos en todo sentido para que en toda ocasión puedan ser generosos, y para que por medio de nosotros la generosidad de ustedes resulte en acciones de gracias a Dios.
- Dios nos bendecirá,
y le temerán todos los confines de la tierra. - No seas sabio en tu propia opinión;
más bien, teme al Señor y huye del mal.
Esto infundirá salud a tu cuerpo
y fortalecerá tu ser. - El Dios que da la paz levantó de entre los muertos al gran Pastor de las ovejas, a nuestro Señor Jesús, por la sangre del pacto eterno. Que él los capacite en todo lo bueno para hacer su voluntad. Y que, por medio de Jesucristo, Dios cumpla en nosotros lo que le agrada. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
- Dichosos los de corazón limpio,
porque ellos verán a Dios. - El Señor fortalece a su pueblo;
el Señor bendice a su pueblo con la paz. - Quien halla esposa halla la felicidad:
muestras de su favor le ha dado el Señor. - Bendeciré al Señor en todo tiempo;
mis labios siempre lo alabarán. - Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito.
- Porque el Señor se complace en su pueblo;
a los humildes concede el honor de la victoria.