- Pero el Señor es fiel, y él los fortalecerá y los protegerá del maligno.
- Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos.
- Y este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado.
- Del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella,
el mundo y cuantos lo habitan. - Trampa es consagrar algo sin pensarlo
y más tarde reconsiderar lo prometido. - Este mensaje es digno de crédito:
Si morimos con él,
también viviremos con él. - Hoy les ha nacido en la Ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor.
- De hecho, Cristo es el fin de la ley, para que todo el que cree reciba la justicia.
- Como ciudad sin defensa y sin murallas
es quien no sabe dominarse. - Tan compasivo es el Señor con los que le temen
como lo es un padre con sus hijos. - Porque esta desea lo que es contrario al Espíritu, y el Espíritu desea lo que es contrario a ella. Los dos se oponen entre sí, de modo que ustedes no pueden hacer lo que quieren.
- Vi además que tanto el afán como el éxito en la vida despiertan envidias. Y también esto es absurdo; ¡es correr tras el viento!
- En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.
- El amor no perjudica al prójimo. Así que el amor es el cumplimiento de la ley.
- Dios es mi salvación y mi gloria;
es la roca que me fortalece;
¡mi refugio está en Dios! - Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor,
para gloria de Dios Padre. - Esta es la obra de Dios: que crean en aquel a quien él envió —les respondió Jesús.
- De todo hombre se espera lealtad.
Más vale ser pobre que mentiroso. - Dale a todo el que te pida y, si alguien se lleva lo que es tuyo, no se lo reclames.
- Y una voz del cielo decía: «Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él».
- Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve.
- Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza,
nuestra ayuda segura en momentos de angustia. - Pues tu amor es tan grande que llega a los cielos;
¡tu verdad llega hasta el firmamento! - Después tomó la copa, dio gracias, y se la ofreció diciéndoles: —Beban de ella todos ustedes. Esto es mi sangre del pacto, que es derramada por muchos para el perdón de pecados.
- Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
el pueblo que escogió por su heredad.
