DailyVerses.netTemasVersículo al AzarRegistrar

Versículos de la Biblia sobre 'Hace'

  • Así que comete pecado todo el que sabe hacer el bien y no lo hace.
  • Al darles Dios su Espíritu y hacer milagros entre ustedes, ¿lo hace por las obras que demanda la Ley o por la fe con que han aceptado el mensaje?
  • El Señor y Dios es mi fuerza;
    da a mis pies la ligereza de una gacela
    y me hace caminar por las alturas.
  • El mundo se acaba con sus malos deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
  • Los que aman tu Ley disfrutan de gran paz
    y nada los hace tropezar.
  • Más bien, cuando des a los necesitados, que no se entere tu mano izquierda de lo que hace la derecha, para que tu limosna sea en secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.
  • Solo el de conducta intachable,
    que practica la justicia
    y de corazón dice la verdad;
    que no calumnia con la lengua,
    que no le hace mal a su prójimo
    ni le acarrea desgracias a su vecino.
  • No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino solo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
  • En verdad, nada hace el Señor y Dios
    sin antes revelar sus planes
    a sus siervos los profetas.
  • Pues aunque vivimos en el mundo, no libramos batallas como lo hace el mundo.
  • El Señor es mi pastor, nada me falta;
    en verdes pastos me hace descansar.
    Junto a tranquilas aguas me conduce.
  • Todo tiene su momento oportuno;
    hay tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo.
  • Al necio no le complace la inteligencia;
    tan solo hace alarde de su propia opinión.
  • Ahora bien, no hace falta mediador si hay una sola parte y, sin embargo, Dios es uno solo.
  • Pedro tomó la palabra y dijo: —Ahora comprendo que en realidad para Dios no hay favoritismos, sino que en toda nación él ve con agrado a los que le temen y actúan con justicia.
  • El amor no perjudica al prójimo. Así que el amor es el cumplimiento de la Ley.
  • La respuesta amable calma la ira,
    pero la agresiva provoca el enojo.
  • Si tu hermano peca contra ti, ve a solas con él y hazle ver su falta. Si te hace caso, has ganado a tu hermano.
  • Porque, si uno lo hace de buena voluntad, lo que da es bien recibido según lo que tiene y no según lo que no tiene.
  • La Ley del Señor es perfecta:
    infunde nuevo aliento.
    El mandato del Señor es digno de confianza:
    da sabiduría al sencillo.
  • La exposición de tus palabras nos da luz
    y da entendimiento al sencillo.
  • Si hablo en lenguas humanas y angelicales, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido.
  • Por tanto, si tu ojo derecho te hace pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder una sola parte de tu cuerpo y no que todo él sea arrojado al infierno.
  • ¿Quién es el que me ama? El que hace suyos mis mandamientos y los obedece. Y al que me ama, mi Padre lo amará; y yo también lo amaré y me manifestaré a él.
  • El que come de todo no debe menospreciar al que no come ciertas cosas, y el que no come de todo no debe condenar al que lo hace, pues Dios lo ha aceptado.
  • El necio muestra enseguida su enojo,
    pero el prudente pasa por alto el insulto.
  • Si se niega a hacerles caso a ellos, díselo a la iglesia; y si incluso a la iglesia no le hace caso, trátalo como si fuera un incrédulo o un cobrador de impuestos.
  • Los ricos son los amos de los pobres;
    los deudores son esclavos de sus acreedores.
  • Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.
  • Así como no sabes por dónde va el viento
    ni cómo se forma el niño en el vientre de la madre,
    tampoco entiendes la obra de Dios,
    el Creador de todas las cosas.
  • En cambio, el que no la conoce y hace algo que merezca castigo recibirá pocos golpes. A todo el que se le ha dado mucho se le exigirá mucho; y al que se le ha confiado mucho se le pedirá aún más.
  • Pero quien se fija atentamente en la ley perfecta que da libertad y persevera en ella, no olvidando lo que ha oído, sino haciéndolo, recibirá bendición al practicarla.
  • Dios da un hogar a los desamparados
    y dicha a los cautivos que libera;
    pero los rebeldes habitarán en el desierto.
  • Así que, si el Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres.
  • Nuestro Dios está en los cielos
    y puede hacer todo cuanto quiere.
  • Guarda silencio ante el Señor
    y espera en él con paciencia;
    no te enojes ante el éxito de otros,
    de los que maquinan planes malvados.
  • Hay quien considera que un día tiene más importancia que otro, pero hay quien considera iguales todos los días. Cada uno debe estar firme en sus propias opiniones.
  • Pero tú, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara para que no sea evidente ante los demás que estás ayunando, sino solo ante tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.
  • Si alguien peca involuntariamente e incurre en algo que los mandamientos del Señor prohíben, es culpable y sufrirá las consecuencias de su pecado.
  • El que recibió la semilla que cayó entre espinos es el que oye la palabra, pero las preocupaciones de esta vida y el engaño de las riquezas la ahogan. Por eso, la semilla no llega a dar fruto.
  • Porque toda casa tiene su constructor, pero el constructor de todo es Dios.
  • El malvado obtiene ganancias ilusorias;
    el que siembra justicia asegura su recompensa.
  • El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni presumido ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor.
  • Les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado —afirmó Jesús—.
  • De hecho, la Ley exige que casi todo sea purificado con sangre, pues sin derramamiento de sangre no hay perdón.
  • Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca.
  • Dios no es un simple mortal
    para mentir y cambiar de parecer.
    ¿Acaso no cumple lo que promete
    ni lleva a cabo lo que dice?
  • ¿Acaso has podido verlas? ¡No existen!
    Es como si les salieran alas,
    pues se van volando como las águilas.
  • Vi, además, que tanto el afán como el éxito en la vida despiertan envidias. Y también esto es vanidad; ¡es correr tras el viento!
  • Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó, de modo que nadie tiene excusa.