- ¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos! El mundo no nos conoce, precisamente porque no lo conoció a él.
- No te pido que los quites del mundo, sino que los protejas del maligno.
- Pero vayan y aprendan qué significa esto: “Lo que pido de ustedes es misericordia y no sacrificios”. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.
- Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte.
- Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
- Inclina mi corazón hacia tus estatutos
y no hacia las ganancias desmedidas. - Reciban al que es débil en la fe, pero no para entrar en discusiones.
- El Señor está conmigo, y no tengo miedo;
¿qué me puede hacer un simple mortal? - No he venido a llamar a justos, sino a pecadores para que se arrepientan.
- ¿Pues quién es Dios, si no el Señor?
¿Quién es la roca, si no nuestro Dios? - ¡Levántate, Señor!
¡Levanta, oh Dios, tu brazo!
¡No te olvides de los indefensos! - No te desvíes ni a diestra ni a siniestra;
apártate de la maldad. - Ante ti, Señor, están todos mis deseos;
no te son un secreto mis anhelos. - Pero yo soy el Señor tu Dios
desde que estabas en Egipto.
No conocerás a otro Dios fuera de mí,
ni a otro Salvador que no sea yo. - Por lo tanto, manténganse despiertos, porque no saben qué día vendrá su Señor.
- Cuando cruces las aguas,
yo estaré contigo;
cuando cruces los ríos,
no te cubrirán sus aguas;
cuando camines por el fuego,
no te quemarás ni te abrasarán las llamas. - Pues aunque vivimos en el mundo, no libramos batallas como lo hace el mundo.
- No se nieguen el uno al otro, a no ser de común acuerdo, y solo por un tiempo, para dedicarse a la oración. No tarden en volver a unirse nuevamente; de lo contrario, pueden caer en tentación de Satanás, por falta de dominio propio.
- Así dice la Escritura: «Todo el que confíe en él no será jamás defraudado».
- No tengan deudas pendientes con nadie, a no ser la de amarse unos a otros. De hecho, quien ama al prójimo ha cumplido la ley.
- Los malvados piden prestado y no pagan,
pero los justos dan con generosidad. - El insolente no tiene el alma recta,
pero el justo vivirá por su fe. - Ahora bien, no hace falta mediador si hay una sola parte, y sin embargo Dios es uno solo.
- No alimentes odios secretos contra tu hermano, sino reprende con franqueza a tu prójimo para que no sufras las consecuencias de su pecado. No seas vengativo con tu prójimo, ni le guardes rencor. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.
- Esta luz resplandece en las tinieblas,
y las tinieblas no han podido extinguirla.