- Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado.
- No te pido que los quites del mundo, sino que los protejas del maligno.
- Puedes irte —le dijo Jesús—; tu fe te ha sanado. Al momento recobró la vista y empezó a seguir a Jesús por el camino.
- Yo te aseguro que quien no nazca de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios —respondió Jesús—.
- Cumple cuidadosamente los mandamientos del Señor tu Dios, y los mandatos y preceptos que te ha dado.
- Reconoce en tu corazón que, así como un padre disciplina a su hijo, también el Señor tu Dios te disciplina a ti.
- ¡Vuelve, apóstata Israel!
No te miraré con ira
—afirma el Señor—.
No te guardaré rencor para siempre,
porque soy misericordioso
—afirma el Señor—. - He disipado tus transgresiones como el rocío,
y tus pecados como la bruma de la mañana.
Vuelve a mí, que te he redimido. - «Si dejas de profanar el sábado,
y no haces negocios en mi día santo;
si llamas al sábado “delicia”,
y al día santo del Señor, “honorable”;
si te abstienes de profanarlo,
y lo honras no haciendo negocios
ni profiriendo palabras inútiles,
entonces hallarás tu gozo en el Señor;
sobre las cumbres de la tierra te haré cabalgar,
y haré que te deleites
en la herencia de tu padre Jacob».
El Señor mismo lo ha dicho. - Tú eres fiel con quien es fiel,
e irreprochable con quien es irreprochable. - Y ahora, Israel, ¿qué te pide el Señor tu Dios? Simplemente que le temas y andes en todos sus caminos, que lo ames y le sirvas con todo tu corazón y con toda tu alma, y que cumplas los mandamientos y los preceptos que hoy te manda cumplir, para que te vaya bien.
- ¿Puede una madre olvidar a su niño de pecho,
y dejar de amar al hijo que ha dado a luz?
Aun cuando ella lo olvidara,
¡yo no te olvidaré!
Grabada te llevo en las palmas de mis manos;
tus muros siempre los tengo presentes. - A cambio de ti entregaré hombres;
¡a cambio de tu vida entregaré pueblos!
Porque te amo y eres ante mis ojos
precioso y digno de honra. - Gritarán de júbilo mis labios
cuando yo te cante salmos,
pues me has salvado la vida. - Yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del reino de la muerte no prevalecerán contra ella.
- Guarda silencio ante el Señor,
y espera en él con paciencia;
no te irrites ante el éxito de otros,
de los que maquinan planes malvados. - Su señor le respondió: “¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! En lo poco has sido fiel; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!”
- Señor, tú eres mi Dios;
te exaltaré y alabaré tu nombre
porque has hecho maravillas.
Desde tiempos antiguos
tus planes son fieles y seguros. - Cuán grande es tu bondad,
que atesoras para los que te temen,
y que a la vista de la gente derramas
sobre los que en ti se refugian. - Así nos lo ha mandado el Señor:
“Te he puesto por luz para las naciones,
a fin de que lleves mi salvación hasta los confines de la tierra“. - ¿Por qué voy a inquietarme?
¿Por qué me voy a angustiar?
En Dios pondré mi esperanza,
y todavía lo alabaré.
¡Él es mi Salvador y mi Dios! - No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien.
- Cual ciervo jadeante en busca del agua,
así te busca, oh Dios, todo mi ser. - Sean fuertes y valientes. No teman ni se asusten ante esas naciones, pues el Señor su Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los abandonará.
- Vengo pronto. Aférrate a lo que tienes, para que nadie te quite la corona.
Versículo de la Biblia del día
Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios, pero por su gracia son justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó.Versículo de la Biblia al Azar
¿Cómo puede el joven llevar una vida íntegra?Viviendo conforme a tu palabra.Siguiente versículo!Con imagen