- Todo el que comete pecado quebranta la ley; de hecho, el pecado es transgresión de la ley.
- Luego Nehemías añadió: «Ya pueden irse. Coman bien, tomen bebidas dulces y compartan su comida con quienes no tengan nada, porque este día ha sido consagrado a nuestro Señor. No estén tristes, pues el gozo del Señor es nuestra fortaleza».
- Yo había convenido con mis ojos
no mirar con lujuria a ninguna mujer. - Por lo tanto, manténganse despiertos, porque no saben qué día vendrá su Señor.
- Y dijo: «El ser humano ha llegado a ser como uno de nosotros, pues tiene conocimiento del bien y del mal. No vaya a ser que extienda su mano y también tome del fruto del árbol de la vida, y lo coma y viva para siempre». Entonces Dios el Señor expulsó al ser humano del jardín del Edén, para que trabajara la tierra de la cual había sido hecho.
- Sean compasivos, así como su Padre es compasivo.
- Sean ustedes santos, porque yo, el Señor, soy santo, y los he distinguido entre las demás naciones, para que sean míos.
- Más valen dos que uno,
porque obtienen más fruto de su esfuerzo. - Así dice la Escritura: «Todo el que confíe en él no será jamás defraudado».
- ¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra?
- Josué replicó: —Desháganse de los dioses ajenos que todavía conservan. ¡Vuélvanse de todo corazón al Señor, Dios de Israel!
- No me llega aún la palabra a la lengua
cuando tú, Señor, ya la sabes toda. - Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.
- Porque para Dios no hay nada imposible.
- Pero yo soy el Señor tu Dios
desde que estabas en Egipto.
No conocerás a otro Dios fuera de mí,
ni a otro Salvador que no sea yo. - Que tú, Señor, eres todo amor;
que tú pagarás a cada uno
según lo que merezcan sus obras. - Al darles Dios su Espíritu y hacer milagros entre ustedes, ¿lo hace por las obras que demanda la ley o por la fe con que han aceptado el mensaje?
- Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve.
- Por tanto, sean perfectos, así como su Padre celestial es perfecto.
- Pero los exhorto a temer al Señor y a servirle fielmente y de todo corazón, recordando los grandes beneficios que él ha hecho en favor de ustedes.
- En conclusión, ya sea que coman o beban o hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios.
- Donde abundan los bienes, sobra quien se los gaste; ¿y qué saca de esto su dueño, aparte de contemplarlos?
- Entonces, ¿qué? ¿Vamos a pecar porque no estamos ya bajo la ley, sino bajo la gracia? ¡De ninguna manera!
- Cuídame, oh Dios, porque en ti busco refugio.
- Si ahora ustedes me son del todo obedientes,
y cumplen mi pacto,
serán mi propiedad exclusiva
entre todas las naciones.
Aunque toda la tierra me pertenece.
