Si vivimos, para el Señor vivimos; y, si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos o que muramos, del Señor somos. | Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos. |
Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y, donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. | Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. |
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Que el Señor de paz les conceda su paz siempre y en todas las circunstancias. El Señor sea con todos ustedes. | Y el mismo Señor de paz os dé siempre paz en toda manera. El Señor sea con todos vosotros. |
Humíllense delante del Señor, y él los exaltará. | Humillaos delante del Señor, y él os exaltará. |
Yo le he dicho al Señor: «Mi Señor eres tú. Fuera de ti, no poseo bien alguno». | Oh alma mía, dijiste a Jehová: Tú eres mi Señor; No hay para mí bien fuera de ti. |
Señor —dijo Felipe—, muéstranos al Padre y con eso nos basta. | Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. |
Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo, conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia. Ustedes sirven a Cristo el Señor. | Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. |
Y todo el que invoque el nombre del Señor será salvo. | Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. |
Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense! | Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: !!Regocijaos! |
Su señor le respondió: “¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! En lo poco has sido fiel; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!” | Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. |
No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino solo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo. | No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. |
Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy. | Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy. |
Porque «todo el que invoque el nombre del Señor será salvo». | Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. |
Que la gracia del Señor Jesucristo sea con su espíritu. | La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén. |
Que la gracia del Señor Jesús sea con todos. Amén. | La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén. |
Pero Dios es mi socorro; el Señor es quien me sostiene. | He aquí, Dios es el que me ayuda; El Señor está con los que sostienen mi vida. |
Que la gracia del Señor Jesucristo sea con su espíritu. Amén. | La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén. |
Por lo tanto, manténganse despiertos, porque no saben qué día vendrá su Señor. | Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. |
Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos, atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal. | Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal. |
Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor. | Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. |
Pero el Señor es fiel, y él los fortalecerá y los protegerá del maligno. | Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal. |
Ante ti, Señor, están todos mis deseos; no te son un secreto mis anhelos. | Señor, delante de ti están todos mis deseos, Y mi suspiro no te es oculto. |
Que su amabilidad sea evidente a todos. El Señor está cerca. | Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. |
Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos —le contestaron. | Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. |
Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les concedan gracia y paz. | Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. |