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Versículos de la Biblia sobre 'Haced'

  • Defiendan la causa del débil y del huérfano;
    háganles justicia al pobre y al oprimido.
  • En aquel día dirán:
    «Alaben al Señor, invoquen su nombre;
    den a conocer entre los pueblos sus obras;
    proclamen la grandeza de su nombre.»
  • ¡Vengan, postrémonos reverentes!
    Doblemos la rodilla ante el Señor nuestro Hacedor!
  • Así que en todo traten ustedes a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes. De hecho, esto es la Ley y los Profetas.
  • También tomó pan y, después de dar gracias, lo partió, se lo dio a ellos y dijo: —Este pan es mi cuerpo, entregado por ustedes; hagan esto en memoria de mí.
  • Produzcan frutos que demuestren arrepentimiento.
  • Pero a ustedes que me escuchan les digo: Amen a sus enemigos, hagan bien a quienes los odian, bendigan a quienes los maldicen, oren por quienes los maltratan.
  • ¡Aprendan a hacer el bien!
    ¡Busquen la justicia y restituyan al oprimido!
    ¡Aboguen por el huérfano
    y defiendan a la viuda!
  • Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído, y lo que han visto en mí, y el Dios de paz estará con ustedes.
  • Por tanto, hagan morir todo lo que es propio de la naturaleza terrenal: inmoralidad sexual, impureza, bajas pasiones, malos deseos y avaricia, la cual es idolatría.
  • No se contenten solo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica.
  • Pero yo digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen.
  • ¡Ay del que contiende con su Hacedor!
    ¡Ay del que no es más que un tiesto
    entre los tiestos de la tierra!
    ¿Acaso el barro reclama al alfarero:
    «¡Fíjate en lo que haces!
    ¡Tu vasija no tiene agarraderas!»?
  • Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.
  • Háganlo todo sin quejas ni contiendas, para que sean intachables y puros, hijos de Dios sin culpa en medio de una generación torcida y depravada. En ella ustedes brillan como estrellas en el firmamento, manteniendo en alto la palabra de vida.
  • En conclusión, ya sea que coman o beban o hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios.
  • Así dice el Señor de los Ejércitos:
    “Juzguen con verdadera justicia;
    muestren amor y compasión
    los unos por los otros.
    No opriman a las viudas ni a los huérfanos,
    ni a los extranjeros, ni a los pobres.
    No maquinen el mal en su corazón
    los unos contra los otros”.
  • Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.
  • De modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.
  • Pero quien se fija atentamente en la ley perfecta que da libertad, y persevera en ella, no olvidando lo que ha oído, sino haciéndolo, recibirá bendición al practicarla.
  • Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo, conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia. Ustedes sirven a Cristo el Señor.
  • Así que comete pecado todo el que sabe hacer el bien y no lo hace.
  • Los que aman tu Ley disfrutan de gran paz
    y nada los hace tropezar.
  • Pues aunque vivimos en el mundo, no libramos batallas como lo hace el mundo.
  • Si se niega a hacerles caso a ellos, díselo a la iglesia; y, si incluso a la iglesia no le hace caso, trátalo como si fuera un incrédulo o un renegado.
  • Todo tiene su momento oportuno;
    hay tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo.
  • Al necio no le complace la inteligencia;
    tan solo hace alarde de su propia opinión.
  • Ahora bien, no hace falta mediador si hay una sola parte, y sin embargo Dios es uno solo.
  • En verdad, nada hace el Señor y Dios
    sin antes revelar sus planes
    a sus siervos los profetas.
  • Más bien, cuando des a los necesitados, que no se entere tu mano izquierda de lo que hace la derecha, para que tu limosna sea en secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.
  • El mundo se acaba con sus malos deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
  • El Señor y Dios es mi fuerza;
    da a mis pies la ligereza de una gacela
    y me hace caminar por las alturas.
  • Si tu hermano peca contra ti, ve a solas con él y hazle ver su falta. Si te hace caso, has ganado a tu hermano.
  • El Señor es mi pastor, nada me falta;
    en verdes pastos me hace descansar.
    Junto a tranquilas aguas me conduce.
  • Al darles Dios su Espíritu y hacer milagros entre ustedes, ¿lo hace por las obras que demanda la ley o por la fe con que han aceptado el mensaje?
  • Porque, si uno lo hace de buena voluntad, lo que da es bien recibido según lo que tiene, y no según lo que no tiene.
  • Si hablo en lenguas humanas y angelicales, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido.
  • Dios es espíritu, y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad.
  • No niegues el bien a quienes lo necesitan,
    si en tu mano está hacerlo.
  • No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino solo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
  • Por tanto, si tu ojo derecho te hace pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder una sola parte de tu cuerpo y no que todo él sea arrojado al infierno.
  • Más bien, honren en su corazón a Cristo como Señor. Estén siempre preparados para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes.
  • ¿Quién es el que me ama? El que hace suyos mis mandamientos y los obedece. Y al que me ama, mi Padre lo amará, y yo también lo amaré y me manifestaré a él.
  • El que come de todo no debe menospreciar al que no come ciertas cosas, y el que no come de todo no debe condenar al que lo hace, pues Dios lo ha aceptado.
  • ¿Y qué mérito tienen ustedes al hacer bien a quienes les hacen bien? Aun los pecadores actúan así.
  • Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.
  • Luego Dios el Señor dijo: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada».
  • Confío en Dios y alabo su palabra;
    confío en Dios y no siento miedo.
    ¿Qué puede hacerme un simple mortal?
  • Solo el de conducta intachable,
    que practica la justicia
    y de corazón dice la verdad;
    que no calumnia con la lengua,
    que no le hace mal a su prójimo
    ni le acarrea desgracias a su vecino.
  • Y a ustedes, ¿quién les va a hacer daño si se esfuerzan por hacer el bien?