DailyVerses.netTemasVersículo al AzarRegistrar

Versículos de la Biblia sobre 'Que pide Dios de ti'

  • Y, después de que ustedes hayan sufrido un poco de tiempo, Dios mismo, el Dios de toda gracia que los llamó a su gloria eterna en Cristo, los restaurará y los hará fuertes, firmes y estables.
  • Que tu gran amor, Señor, nos acompañe,
    tal como lo esperamos de ti.
  • Tengo sed de Dios, del Dios de la vida.
    ¿Cuándo podré presentarme ante Dios?
  • Y ahora, Israel, ¿qué te pide el Señor tu Dios? Simplemente que le temas y andes en todos sus caminos, que lo ames y le sirvas con todo tu corazón y con toda tu alma, y que cumplas los mandamientos y los preceptos que hoy te manda cumplir, para que te vaya bien.
  • Porque el Señor tu Dios está en medio de ti
    como guerrero victorioso.
    Se deleitará en ti con gozo,
    te renovará con su amor,
    se alegrará por ti con cantos.
  • ¡Ya se te ha declarado lo que es bueno!
    Ya se te ha dicho lo que de ti espera el Señor:
    Practicar la justicia,
    amar la misericordia,
    y humillarte ante tu Dios.
  • Yo soy el Señor, Dios de toda la humanidad. ¿Hay algo imposible para mí?
  • Yo le he dicho al Señor: «Mi Señor eres tú.
    Fuera de ti, no poseo bien alguno».
  • ¡Qué grande eres, Señor omnipotente! Nosotros mismos hemos aprendido que no hay nadie como tú, y que aparte de ti no hay Dios.
  • Esta es la oración al Dios de mi vida:
    que de día el Señor mande su amor,
    y de noche su canto me acompañe.
  • Pero yo he puesto mi esperanza en el Señor;
    yo espero en el Dios de mi salvación.
    ¡Mi Dios me escuchará!
  • A ti, Dios de mis padres,
    te alabo y te doy gracias.
    Me has dado sabiduría y poder,
    me has dado a conocer lo que te pedimos,
    ¡me has dado a conocer el sueño del rey!
  • Oh Dios, tú eres mi Dios;
    yo te busco intensamente.
    Mi alma tiene sed de ti;
    todo mi ser te anhela,
    cual tierra seca, extenuada y sedienta.
  • Aunque cambien de lugar las montañas
    y se tambaleen las colinas,
    no cambiará mi fiel amor por ti
    ni vacilará mi pacto de paz,
    —dice el Señor, que de ti se compadece—.
  • Pero yo soy el Señor tu Dios
    desde que estabas en Egipto.
    No conocerás a otro Dios fuera de mí,
    ni a otro Salvador que no sea yo.
  • Josué replicó: —Desháganse de los dioses ajenos que todavía conservan. ¡Vuélvanse de todo corazón al Señor, Dios de Israel!
  • Cuídame, oh Dios, porque en ti busco refugio.
  • Para los hombres es imposible —aclaró Jesús, mirándolos fijamente—, pero no para Dios; de hecho, para Dios todo es posible.
  • Muy pronto el Dios de paz aplastará a Satanás bajo los pies de ustedes. Que la gracia de nuestro Señor Jesús sea con ustedes.
  • Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído, y lo que han visto en mí, y el Dios de paz estará con ustedes.
  • Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso, les dé el Espíritu de sabiduría y de revelación, para que lo conozcan mejor.
  • Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio.
  • No añadan ni quiten palabra alguna a esto que yo les ordeno. Más bien, cumplan los mandamientos del Señor su Dios.
  • Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo.
  • Suéltame, porque todavía no he vuelto al Padre. Ve más bien a mis hermanos y diles: “Vuelvo a mi Padre, que es Padre de ustedes; a mi Dios, que es Dios de ustedes”.
  • Por consiguiente, queda todavía un reposo especial para el pueblo de Dios; porque el que entra en el reposo de Dios descansa también de sus obras, así como Dios descansó de las suyas.
  • Por eso mismo pagan ustedes impuestos, pues las autoridades están al servicio de Dios, dedicadas precisamente a gobernar.
  • El Señor mismo marchará al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará. No temas ni te desanimes.
  • A cambio de ti entregaré hombres;
    ¡a cambio de tu vida entregaré pueblos!
    Porque te amo y eres ante mis ojos
    precioso y digno de honra.
  • Pero de ti, Belén Efrata,
    pequeña entre los clanes de Judá,
    saldrá el que gobernará a Israel;
    sus orígenes se remontan hasta la antigüedad,
    hasta tiempos inmemoriales.
  • Por la mañana hazme saber de tu gran amor,
    porque en ti he puesto mi confianza.
    Señálame el camino que debo seguir,
    porque a ti elevo mi alma.
  • Voy a estar con ustedes un poco más de tiempo —afirmó Jesús—, y luego volveré al que me envió.
  • Pero ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que podamos darte estas ofrendas voluntarias? En verdad, tú eres el dueño de todo, y lo que te hemos dado, de ti lo hemos recibido.
  • En fin, hermanos, alégrense, busquen su restauración, hagan caso de mi exhortación, sean de un mismo sentir, vivan en paz. Y el Dios de amor y de paz estará con ustedes.
  • De ti proceden la riqueza y el honor;
    tú lo gobiernas todo.
    En tus manos están la fuerza y el poder,
    y eres tú quien engrandece y fortalece a todos.
  • Pero ahora, sin la mediación de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, de la que dan testimonio la ley y los profetas. Esta justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen. De hecho, no hay distinción.
  • Por eso el Señor los espera, para tenerles piedad;
    por eso se levanta para mostrarles compasión.
    Porque el Señor es un Dios de justicia.
    ¡Dichosos todos los que en él esperan!
  • El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Así que al santo niño que va a nacer lo llamarán Hijo de Dios.
  • Si alguien reconoce que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios.
  • Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado.
  • Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que, con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren.
  • Al de carácter firme
    lo guardarás en perfecta paz,
    porque en ti confía.
  • Regresa y dile a Ezequías, gobernante de mi pueblo, que así dice el Señor, Dios de su antepasado David: “He escuchado tu oración y he visto tus lágrimas. Voy a sanarte, y en tres días podrás subir al templo del Señor.”
  • Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza.
  • Obedece sus preceptos y normas que hoy te mando cumplir. De este modo a ti y a tus descendientes les irá bien, y permanecerán mucho tiempo en la tierra que el Señor su Dios les da para siempre.
  • Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.
  • Mil años, para ti, son como el día de ayer, que ya pasó;
    son como unas cuantas horas de la noche.
  • Cuán grande es tu bondad,
    que atesoras para los que te temen,
    y que a la vista de la gente derramas
    sobre los que en ti se refugian.
  • ¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?
  • Reconoce en tu corazón que, así como un padre disciplina a su hijo, también el Señor tu Dios te disciplina a ti.

Versículo de la Biblia del día

Alaba, alma mía, al Señor;
alabe todo mi ser su santo nombre.

Versículo de la Biblia al Azar

Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón.Siguiente versículo!Con imagen

Apoyar DailyVerses.net

Ayúdame a difundir la Palabra de Dios:
Donación