A los justos los guía su integridad; a los falsos los destruye su hipocresía. | La integridad guía a los rectos, pero a los pecadores los destruye su propia perversidad. |
¿No saben que los malvados no heredarán el reino de Dios? ¡No se dejen engañar! Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los sodomitas, ni los pervertidos sexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios. | ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os engañéis: ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. |
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El Señor da vista a los ciegos, el Señor sostiene a los agobiados, el Señor ama a los justos. | Jehová abre los ojos a los ciegos; Jehová levanta a los caídos; Jehová ama a los justos. |
Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran. | Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran. |
Los justos claman, y el Señor los oye; los libra de todas sus angustias. El Señor está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu abatido. | Claman los justos, y Jehová oye y los libra de todas sus angustias. Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón y salva a los contritos de espíritu. |
Entonces Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados, y mirando al cielo, los bendijo. Luego los partió y se los dio a los discípulos para que se los repartieran a la gente. Todos comieron hasta quedar satisfechos, y de los pedazos que sobraron se recogieron doce canastas. | Y tomando los cinco panes y los dos peces, levantó los ojos al cielo, los bendijo, los partió y dio a sus discípulos para que los pusieran delante de la gente. Comieron todos y se saciaron; y recogieron lo que les sobró: doce cestas de pedazos. |
Los ricos son los amos de los pobres; los deudores son esclavos de sus acreedores. | El rico se hace dueño de los pobres y el que toma prestado se hace siervo del que presta. |
Pues, si yo, el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros. | Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. |
¡Levanta la voz por los que no tienen voz! ¡Defiende los derechos de los desposeídos! | Abre tu boca en favor del mudo en el juicio de todos los desvalidos. |
No te pido que los quites del mundo, sino que los protejas del maligno. | No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. |
El Señor ama a los que odian el mal; él protege la vida de sus fieles, y los libra de manos de los impíos. | Los que amáis a Jehová, aborreced el mal; él guarda las almas de sus santos; de manos de los impíos los libra. |
Al oír esto, Jesús les contestó: —No son los sanos los que necesitan médico, sino los enfermos. | Al oír esto Jesús, les dijo: —Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. |
Dios da un hogar a los desamparados y libertad a los cautivos; los rebeldes habitarán en el desierto. | Dios hace habitar en familia a los desamparados; saca a los cautivos a prosperidad; mas los rebeldes habitan en tierra árida. |
A nuestro Dios y Padre sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. | Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén. |
Pero el Señor cuida de los que le temen, de los que esperan en su gran amor. | El ojo de Jehová está sobre los que lo temen, sobre los que esperan en su misericordia. |
Dichosos los pobres en espíritu, porque el reino de los cielos les pertenece. | Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. |
La corona del anciano son sus nietos; el orgullo de los hijos son sus padres. | Corona de los viejos son los nietos y honra de los hijos son sus padres. |
Los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos, atentos a sus oraciones. | Los ojos de Jehová están sobre los justos y atentos sus oídos al clamor de ellos. |
Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros. | Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. |
Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente. | Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros. |
Dichosos los que van por caminos perfectos, los que andan conforme a la ley del Señor. | Bienaventurados los íntegros de camino, los que andan en la Ley de Jehová. |
Envió su palabra para sanarlos, y así los rescató del sepulcro. | Envió su palabra y los sanó; los libró de su ruina. |
De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros. | En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros. |
Y este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado. | Éste es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. |
Queridos hijos, apártense de los ídolos. | Hijitos, guardaos de los ídolos. Amén. |